250 gr de azúcar
3 huevos
1 manzana grande descorazonada
1 yogur de manzana (o un yogur natural o 125 ml de leche o nata)
100 gr de aceite de girasol
1 pellizco de sal
250 gr de harina de trigo
1 sobre de levadura tipo Royal
Azúcar glas para terminarlo (opcional)
Elaboración
Ponemos los 250 gr de azúcar, los huevos y la manzana troceada y programamos 3 minutos, temperatura 37º, velocidad 4 para que el bizcocho nos quede más esponjoso.
Añadimos el yogur y el aceite de girasol y mezclamos a 5 segundos a velocidad 3 o hasta que esté bien mezclado.
Incorporamos la sal, la harina y la levadura y mezclamos bien 10 segundos, velocidad 4.
Pre calentamos el horno a 180º calor arriba y abajo, o función ventilador (yo lo enciendo justo cuando empiezo a hacer la receta, que es lo que suele tardar en alcanzar los 180º).
Ponemos el bizcocho en un molde untado con margarina (yo pongo antiadherente) para que no se pegue. Introducimos en el horno 30-45 minutos dependiendo del molde y de la altura que tenga nuestro bizcocho, a más alto sea el molde, más tiempo. El mío ha estado 45 minutos.
Cuando lo saquemos, si queremos que quede más bonito, esperamos 5 minutos, y espolvoreamos con azúcar glas por encima.
El horno no se debe abrir antes de los 30 primeros minutos.
Si vemos que se tuesta mucho la superficie y aún no ha pasado el tiempo, lo cubrimos con papel aluminio.
Para saber si el bizcocho está listo, pinchadlo con un cuchillo o con una varilla muy fina. Si sale húmedo y pegajoso, será que no está hecho por dentro. Si sale limpio, ya está.
Esperad a que se enfríe antes de desamoldar, si no se os romperá.
Podéis guardarlo en la nevera, veréis qué jugoso se pone con el azúcar glas. Al ser de manzana, es perfecto tomarlo fresquito.
Si además utilizáis una manzana “natural”, de reineta, el aroma es más que agradable.
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