Con un poco de retraso, empiezo la temporada de conservas.
Si hay algo que aprendí de mi madre en la cocina, es la obligatoriedad de utilizar todos los alimentos a nuestro alcance y no dejar que ninguno se pierda.
Este año, hay abundancia de peras y no van a estar exentas de un aprovechamiento total, que es lo suyo. Primero porque somos una familia con dos hijos que también consumen fruta de nuestro huerto, y después porque practicamos el trueque con quienes comparten lo que tienen con nosotros, ya sean verduras, hortalizas o fruta.
Los últimos años he hecho conserva de peras al natural AQUÍ, que salen muy ricas y además le gustan a mi nieto. Este año, he preparado compota y mermelada de peras, que es una excelente opción para tomar como parte del desayuno en el caso de la mermelada, o para una cena ligera o incluso para usar como acompañamiento de un plato de carne, si utilizamos como compota.
Seguramente la compota que más conocemos todos sea la de manzana, aunque este tipo de elaboración se puede hacer con multitud de frutas.
Para hacer esta compota podemos utilizar cualquier variedad de pera, aunque yo suelo utilizar la pera conferencia o la pera rocha que es la que tenemos en nuestros árboles, son peras de carne muy fina y carnosa, y he hecho tanto la compota como la mermelada cuando aún no estaban demasiado maduras.
Les añadí un poco de azúcar, aunque no demasiado para que no resulten empalagosas, y le puse también limón que no solo aporta sabor, sino que también tiene un papel importante en la conservación.
El ácido cítrico que se encuentra en el zumo de limón actúa como conservante natural y ayuda a prevenir el crecimiento de bacterias. Además, también ayuda a gelificar la mermelada al interactuar con la pectina, una sustancia natural que se encuentra en la fruta y que es esencial para la consistencia de la mermelada, ayudando también a que la pera no se oxide y conserve su color pálido, más atractivo.
Opcionalmente, esta compota se puede aromatizar con canela, vainilla o con anís estrellado, aunque en general a mi, no me gusta añadirle aromatizantes a las mermeladas, pero si os gusta, tan solo tendríais que añadirlos durante su cocción.
La compota de pera como he explicado, se puede consumir en caliente acompañando un plato de carne, o fría como postre junto a un buen queso fresco. También se puede consumir tal cual, a cucharadas porque está deliciosa.
Ingredientes
120 g de azúcar
Un limón entero, pelado, con toda la parte blanca retirada y sin pepitas
50 g de agua (opcional)*
Ponemos en el vaso las peras -peladas y sin semillas-, el agua, el limón y el azúcar. Trituramos el conjunto a velocidad 5/7/9.
Programamos 20 minutos, temperatura varoma, velocidad 2.
Comprobamos si la textura es la deseada. Esta receta es para una compota, pero podéis hacerla un poco más de tiempo y obtener una mermelada, que ha de quedar más espesa.
Para saber si está hecha la mermelada ponéis un poquito de mermelada en un plato. Cuando se enfríe, trazamos un surco con el dedo: si el surco se mantiene, la mermelada está en su punto; por el contrario, si vuelve a unirse, es que está demasiado líquida y necesita un poco más de cocción.
Podemos triturar la preparación hasta que quede a nuestro gusto, como yo la voy a utilizar para tomar con platos salados o aplicaciones para dulces, la he triturado.
Comprobamos si la textura es la deseada. Esta receta es para una compota, pero podéis hacerla un poco más de tiempo y obtener una mermelada, que ha de quedar más espesa.
Para saber si está hecha la mermelada ponéis un poquito de mermelada en un plato. Cuando se enfríe, trazamos un surco con el dedo: si el surco se mantiene, la mermelada está en su punto; por el contrario, si vuelve a unirse, es que está demasiado líquida y necesita un poco más de cocción.
Podemos triturar la preparación hasta que quede a nuestro gusto, como yo la voy a utilizar para tomar con platos salados o aplicaciones para dulces, la he triturado.
* Pongo que añadir el agua es opcional por una causa: recién quitadas del árbol, las peras están muy tersas y a no ser que nos guste comerlas casi verdes, es necesario dejarlas durante unos días para que maduren. En ese estado, es bueno añadir el agua para que al hacer la compota, quede con una textura agradable. En cuanto la pera está madura, ya no será necesario añadir el agua, porque el jugo de la fruta ya aporta el suficiente líquido como para no ser necesario añadir agua.
Partimos las peras en cuartos y les retiramos el tallo central y las pepitas.
Llevamos las peras cortadas a trocitos regulares a una cazuela junto con el azúcar y el limón.
Elaboración tradicional
Partimos las peras en cuartos y les retiramos el tallo central y las pepitas.
Llevamos las peras cortadas a trocitos regulares a una cazuela junto con el azúcar y el limón.
Cocinamos las peras tapadas y a fuego suave durante 30 minutos aproximadamente, hasta que las peras estén tiernas.
El tiempo puede variar según la variedad y grado de maduración de las peras, por eso, indico cómo proceder en caso de que las peras aún no estén tiernas cuando se haya consumido el agua de cocción.
Pasados los 30 minutos de cocción, comprobamos que las peras están tiernas. En nuestro caso, aún les faltaba algo de cocción y se había reducido todo el líquido así que añadimos 2 cucharadas mas de agua y continuamos la cocción unos minutos más.
Pasados los 30 minutos de cocción, comprobamos que las peras están tiernas. En nuestro caso, aún les faltaba algo de cocción y se había reducido todo el líquido así que añadimos 2 cucharadas mas de agua y continuamos la cocción unos minutos más.
Después de 10 minutos de haber añadido el agua, las peras ya estaban tiernas así que las retiramos del fuego.
Trituramos la compota fuera del fuego hasta obtener una textura sedosa y sin grumos.
Trituramos la compota fuera del fuego hasta obtener una textura sedosa y sin grumos.
Ya sabéis que para que las compotas y las mermeladas tengan todas las garantías de conservación, es fundamental que tanto los envases como las tapas estén perfectamente esterilizados. Si tenéis lavavajillas, será suficiente con que los lavéis en el. Debéis llenar al ras los frascos de cristal, con la mermelada recién hecha, bien caliente, y cerrarlas comprobando que queden perfectamente selladas con la tapa.
Si lo que hacéis es compota, en mi caso además la he esterilizado, dejando hervir los botes una vez cerrados herméticamente durante 20 minutos.
Una vez cerrado colocáis el tarro en posición invertida al menos durante 24 horas. Para comprobar que no existen fugas, lo mejor es colocarlos sobre un paño blanco, y así tendréis la seguridad de que no existen fugas. Yo las suelo tener hasta 48 horas y hasta el momento siempre que he hecho mermeladas no he tenido ningún problema.