domingo, 27 de agosto de 2023

COMPOTA Y/O MERMELADA DE PERAS ELABORACION EN THERMOMIX Y TRADICIONAL


Con un poco de retraso, empiezo la temporada de  conservas.

Si hay algo que aprendí de mi madre en la cocina, es la obligatoriedad de utilizar todos los alimentos a nuestro alcance y no dejar que ninguno se pierda.

Este año, hay abundancia de peras y no van a estar exentas de un aprovechamiento total, que es lo suyo. Primero porque somos una familia con dos hijos que también consumen fruta de nuestro huerto, y después porque practicamos el trueque con quienes comparten lo que tienen con nosotros, ya sean verduras, hortalizas o fruta.

Los últimos años he hecho conserva de peras al natural AQUÍ, que salen muy ricas y además le gustan a mi nieto. 
Este año, he preparado compota y mermelada de peras, que es una excelente opción para tomar como parte del desayuno en el caso de la mermelada, o para una cena ligera o incluso para usar como acompañamiento de un plato de carne, si utilizamos como compota.

Seguramente la compota que más conocemos todos sea la de manzana, aunque este tipo de elaboración se puede hacer con multitud de frutas.

Para hacer esta compota podemos utilizar cualquier variedad de pera, aunque yo suelo utilizar la pera conferencia o la pera rocha que es la que tenemos en nuestros árboles, son peras de carne muy fina y carnosa, y he hecho tanto la compota como la mermelada cuando aún no estaban demasiado maduras.

Les añadí un poco de azúcar, aunque no demasiado para que no resulten empalagosas, y le puse también limón que no solo aporta sabor, sino que también tiene un papel importante en la conservación.

El ácido cítrico que se encuentra en el zumo de limón actúa como conservante natural y ayuda a prevenir el crecimiento de bacterias. Además, también ayuda a gelificar la mermelada al interactuar con la pectina, una sustancia natural que se encuentra en la fruta y que es esencial para la consistencia de la mermelada, ayudando también a que la pera no se oxide y conserve su color pálido, más atractivo.

Opcionalmente, esta compota se puede aromatizar con canela, vainilla o con anís estrellado, aunque en general a mi, no me gusta  añadirle aromatizantes a las mermeladas, pero si os gusta, tan solo tendríais que añadirlos durante su cocción.

La compota de pera como he explicado, se puede consumir en caliente acompañando un plato de carne, o fría como postre junto a un buen queso fresco. También se puede consumir tal cual, a cucharadas porque está deliciosa. 

Ingredientes

1 kg de peras ya limpias y sin pepitas
120 g de azúcar
Un limón entero, pelado, con toda la parte blanca retirada y sin pepitas
50 g de agua (opcional)*
                    

Elaboración en thermomix


Ponemos en el vaso las peras -peladas y sin semillas-, el agua, el limón y el azúcar. Trituramos el conjunto a velocidad 5/7/9.

Programamos 20 minutos, temperatura varoma, velocidad 2.

Comprobamos si la textura es la deseada. Esta receta es para una compota, pero podéis hacerla un poco más de tiempo y obtener una mermelada, que ha de quedar más espesa.

Para saber si está hecha la mermelada ponéis un poquito de mermelada en un plato. Cuando se enfríe, trazamos un surco con el dedo: si el surco se mantiene, la mermelada está en su punto; por el contrario, si vuelve a unirse, es que está demasiado líquida y necesita un poco más de cocción.

Podemos triturar la preparación hasta que quede a nuestro gusto, como yo la voy a utilizar para tomar con platos salados o aplicaciones para dulces, la he triturado.

* Pongo que añadir el agua es opcional por una causa: recién quitadas del árbol, las peras están muy tersas y a no ser que nos guste comerlas casi verdes, es necesario dejarlas durante unos días para que maduren. En ese estado, es bueno añadir el agua para que al hacer la compota, quede con una textura agradable. En cuanto la pera está madura, ya no será necesario añadir el agua, porque el jugo de la fruta ya aporta el suficiente líquido como para no ser necesario añadir agua.

Elaboración tradicional

Partimos las peras en cuartos y les retiramos el tallo central y las pepitas.

Llevamos las peras cortadas a trocitos regulares a una cazuela junto con el azúcar y el limón. 

Cocinamos las peras tapadas y a fuego suave durante 30 minutos aproximadamente, hasta que las peras estén tiernas. 

El tiempo puede variar según la variedad y grado de maduración de las peras, por eso, indico cómo proceder en caso de que las peras aún no estén tiernas cuando se haya consumido el agua de cocción.

Pasados los 30 minutos de cocción, comprobamos que las peras están tiernas. En nuestro caso, aún les faltaba algo de cocción y se había reducido todo el líquido así que añadimos 2 cucharadas mas de agua y continuamos la cocción unos minutos más.

Después de 10 minutos de haber añadido el agua, las peras ya estaban tiernas así que las retiramos del fuego.

Trituramos la compota fuera del fuego hasta obtener una textura sedosa y sin grumos.

Ya sabéis que para que las compotas y las mermeladas tengan todas las garantías de conservación, es fundamental que tanto los envases como las tapas estén perfectamente esterilizados. Si tenéis lavavajillas, será suficiente con que los lavéis en el. Debéis llenar al ras los frascos de cristal, con la  mermelada recién hecha, bien caliente, y cerrarlas comprobando que queden perfectamente selladas con la tapa. 

Si lo que hacéis es compota, en mi caso además la he esterilizado, dejando hervir los botes una vez cerrados herméticamente durante 20 minutos.

Una vez cerrado colocáis el tarro en posición invertida al menos durante 24 horas. Para comprobar que no existen fugas, lo mejor es colocarlos sobre un paño blanco, y así tendréis la seguridad de que no existen fugas. Yo las suelo tener hasta 48 horas y hasta el momento siempre que he hecho mermeladas no he tenido ningún problema.




viernes, 18 de agosto de 2023

DIFERENCIAS Y EQUIVALENCIAS ENTRE AZÚCAR Y EDULCORANTES



El azúcar proviene de alimentos y productos naturales, el edulcorante es un producto elaborado químicamente. El azúcar endulza, pero además aporta energía y calorías, el edulcorante solo cuenta con el efecto endulzante aportando la mitad o menos de las calorías que aporta el azúcar

Edulcorante Liquido:

Tenemos que dividir los gramos de azúcar entre 12,5 y nos dará los mililitros de edulcorante liquido a utilizar.

Edulcorante en polvo: 

Tenemos que dividir los gramos de azúcar entre 10 y nos dará los gramos de edulcorante en polvo a utilizar

Edulcorante en pastillas: 

Tenemos que dividir los gramos de azúcar entre 10 y el resultado multiplicado por 2 y nos dará el número de pastillas o tabletas a utilizar

Fructosa: 

Tenemos que dividir los gramos de azúcar entre 2 y el resultado serán los gramos de fructosa a utilizar

Stevia Liquido: 

Tenemos que dividir los gramos de azúcar entre 2 y serán el número de gotas a utilizar

Panela: 

Multiplicamos los gramos de azúcar por 6 y serán los gramos de panela a utilizar

Con todos estos datos ya podemos cambiar por nosotros mismos cualquier postre o receta

BIZCOCHO DE GALLETAS LOTUS



A mi hijo le gustan mucho los helados de galletas Lotus, y me ha parecido que ya que ha venido con su familia a pasar unos días con nosotros, no vendría mal hacer un bizcocho de Lotus para el desayuno que, al fin y al cabo, tiene el mismo sabor. Os cuento como lo he hecho.

Ingredientes

4 huevos
180 g de azúcar
200 g de aceite de girasol o de oliva suave
1 yogur natural 
250 g de harina de repostería 
1 sobre de levadura química (16 g)

100 g de crema de galletas Lotus 
una pizca de sal
10 galletas Lotus troceadas a grosso modo

Si no tuvierais crema de galletas Lotus, podemos prepararla nosotros mismos, para ello, ponemos en el vaso de la batidora 1 cucharada de leche templada y añadimos galletas Lotus, hasta completar los 100 g. Esa es la receta que yo encontré, pero al hacerla, la cantidad de leche para hacer la crema resultó insuficiente por lo que le añadí primero 2 cucharadas más y después otra media cucharada más hasta conseguir la densidad de crema. Quedó estupenda y el bizcocho ha salido de lujo, creció bien y quedó hermoso.

Aunque en los ingredientes de la receta dice que se partan a groso modo los trozos de galleta, yo las troceé y después desarmé un poco más aplastándolas con una cuchara.

Elaboración 

Ponemos en el vaso del thermomix los huevos, el azúcar, el aceite, el yogur y la crema de galletas. 

Programamos para mezclar  todo, 4 minutos a velocidad 6

Abrimos el vaso, añadimos la harina, la levadura y la sal.

Programamos para mezclar 15 segundos a velocidad 6.

Añadimos los trocitos de galleta Lotus partidos a la mezcla. (no es necesario mezclar, pues al volcar al molde se mezclarán con la masa, aunque yo los mezclé para que quedaran mejor distribuídos)

Volcamos en un molde engrasado y horneamos 40 min. a 180º C


BIZCOCHO DE PLATANO



Hoy vamos a dar salida a unos plátanos ya  maduros antes de que se estropeen con el exceso de calor.

Ingredientes

3 de plátanos maduros
150 g de azúcar
4 huevos
70 g de aceite de girasol
200 g de harina
1 sobre de levadura en polvo
Azúcar glas para espolvorear
Spray desmoldante para el molde, o un poco de mantequilla

Elaboración

Trituramos los plátanos con el azúcar en la Thermomix 15 segundos a velocidad 5.

Ponemos la mariposa en el vaso y añadimos los huevos. Programamos 4 minutos a 37 grados y velocidad 3 1/2.

Añadimos el aceite y mezclamos 5 segundos a velocidad 1 1/2.

Agregamos la harina y la levadura y mezclamos a velocidad 4 durante 15 segundos.

Ponemos el bizcocho en un molde con antiadherente o engrasado con mantequilla.

Con el horno precalentado a 180 grados, metemos el bizcocho durante aproximadamente 35-40 min. 

Antes de sacarlo del horno comprobar pinchando con una aguja, si esta cocido.

Si se os tuesta demasiado por arriba y aún no está hecho, ponedle un papel de aluminio por encima.

Cuando lo hayáis sacado del horno y haya templado un poco podéis espolvorearlo con azúcar glas, yo no lo hice


domingo, 13 de agosto de 2023

COMO REEMPLAZAR LA HARINA DE TRIGO EN UNA RECETA. EQUIVALENCIAS ENTRE LAS DISTINTAS HARINAS

La harina es uno de los productos más utilizados en la cocina. Desde un delicioso bizcocho o una pasta fresca la harina es un ingrediente esencial.

Habitualmente se utiliza la harina de trigo como la estándar en la mayoría de recetas, aunque en realidad hay varios tipos de harina que podemos utilizar. La harina de garbanzos 
es un ingrediente que se ha puesto de moda últimamente y da resultados espectaculares con las frituras, así como la  harina de espelta, que rivaliza sin problema con la harina de trigo.

A pesar de ello, solemos utilizar harina de trigo en la mayoría de nuestras recetas. Lo que ocurre es que en ocasiones no podemos o no queremos consumir este tipo de harina, ya sea por alguna enfermedad o por una opción alimentaria.

Para todos aquellos que busquen alternativas a la harina de trigo tradicional, hoy os traemos unas cuantas alternativas para que nadie se quede fuera. Son ingredientes sencillos de encontrar en las tiendas y supermercados habituales, así que solo necesitamos saber como cambiarlos.

Maizena como sustituto

La maicena o harina de maíz es un sustituto perfecto para harina de trigo, sobre todo en repostería. En este caso las medidas son bastante simples, basta con cambiar una taza de harina de trigo por una taza de harina de maíz. Con esta equivalencia, el resultado será el mismo.

En el caso de que queramos mezclar ambas para rebajar la harina de trigo, si una receta nos pide 150 g de harina de trigo, mezclaremos 20 g de maicena con 130 g de harina de trigo. Lo mezclamos todo en un bol, calculando bien las medidas, lo removemos hasta que los ingredientes estén integrados y después tamizamos para que quede unida y aireada, lo que nos dará un resultado final espectacular. Las cantidades se pueden adaptar a lo que nos pida la receta, siempre en la misma proporción.


Otros sustitutos de la harina de trigo. Proporciones y medidas

La maicena es el sustituto más conocido para la harina de trigo, pero podemos usar otras harinas que también dan resultados espectaculares.



Harina de arroz: La harina de arroz es un sustituto estupendo cuando no queremos utilizar harina que contenga gluten. Para ello cambiaremos 150 g de harina de trigo por 130 g de harina de arroz, y seguiremos esta equivalencia en proporción. Es una harina perfecta para flanes, pasteles y otros postres que no requieran demasiada consistencia. Si la vamos a usar en postres o platos consistentes, es mejor mezclarla con otras harinas.

Harina de quinoa: La harina de quinoa tiene un sabor muy fuerte, con un regusto a avellana. En este caso la proporción es inferior, cambiaremos una taza de harina de trigo por media de quinoa. Es una harina genial para combinar con chocolate.


Harina de avena: Esta harina es un sustituto estupendo sobre todo en repostería. Para ello cambiaremos 150 g de harina de trigo por 75 g de harina de avena y cucharadita tipo postre de levadura química o polvo de hornear, y seguiremos esta equivalencia en esta proporción.

Harina de castaña: Es una harina muy densa que se debe juntar con féculas o harina de arroz, pero aporta un sabor excepcional a los platos.

Harina de lenteja verde: Esta harina es perfecta para la elaboración de salsas blancas o como mezcla con otras harinas para hacer galletas y bizcochos. Tiene un sabor dulce con un toque a frutos secos y es muy digerible.

Féculas y almidones sin gluten: Las féculas se utilizan mucho para ligar salsas o cremas, siendo las más utilizadas las féculas de patata, maíz y tapioca. Por si sola no produce grandes resultados, pero si la juntamos con maicena o harina de castaña, es una combinación perfecta.

En resumen… ¿Se puede cambiar sin problema la harina de trigo?

Y es que tal como esta el mundo con el tema de los alérgenos, es post tenía que estar en Recetas de Rechupete. Espero que este recopilatorio a modo de resumen te ayude a tener más ideas para variar tus recetas.

Sustituir una harina de trigo refinada convencional por harinas procedentes de semillas libres de gluten y con una mejor composición nutricional (por ejemplo, la castaña, el garbanzo o la lenteja) en diferentes porcentajes que recomendamos, afecta sin duda al crecimiento de las masas durante su horneado. La humedad, la actividad y papel del agua al quitar la acción del gluten de la harina de trigo deja una masa más plana (desaparecen los copetes en las magdalenas o el aspecto del bizcocho) y menos elástica, aunque el sabor sea de rechupete.

A nivel visual las pruebas que hemos realizado con alguna de estas harina al sustituir la harina de trigo, por ejemplo, al hacer magdalenas (dónde el tiempo de horneado es bajo) se ve fuertemente influenciadas por el color original de las harinas utilizadas. Pero es sabor (lo más importante) no varía mucho, con lo que os animo a que si sois celiacos o tenéis una intolerancia os metáis en la cocina a experimentar. Y sobre todo, que compartáis con nosotros vuestros resultados. Ayudaréis a toda la comunidad que tenga este problema.

Tenemos que tener en cuenta que sustituir el 100% de la harina de trigo que tiene gluten por otras harinas sin gluten, puede variar la textura de algunas recetas (como por ejemplo un bizcocho o tarta). El gluten da esponjosidad a las masas, otorga textura, consistencia y actúa como agente absorbente.

La recomendación para este tipo de recetas donde necesitamos estructura o textura como un bizcocho o pan y no tengamos gluten, sería mezclar con algún preparado de harina panificable sin gluten con la harina del tipo elegido, puesto que la textura puede variar muchísimo.

Las equivalencias son:
Harina integral de trigo: Por cada taza de harina de trigo, pondremos una taza de harina integral de trigo.

Harina de trigo sarraceno: Por cada taza de harina de trigo, pondremos una taza de harina de trigo sarraceno.

Harina de espelta: Por cada taza de harina de trigo, pondremos una taza de harina de espelta.

Harina de algarroba: Por cada taza de harina de trigo, pondremos una taza de harina de algarroba o de mezcla de harinas sin gluten en la misma proporción (coco, almendras, maíz…), pues suele ser un ingrediente que se suele emplear para harinas para celíacos.

Harina de almendra: Por cada taza de harina de trigo, pondremos una taza de harina de almendra.

Harina de garbanzo: Por 1 taza de harina de trigo, usaremos 1/4 de harina de garbanzo.

Harina de cebada:
Por 100 g de harina de trigo, usaremos 50 g de harina de cebada.

Harina de coco: Por 1 taza de harina de trigo, serán necesarias 1/4 de harina de coco

Maizena, almidón o harina de maíz: Por 100 g de harina de trigo, 50 g. de maicena o harina de maíz.

Fécula de patata: Por 100 g de harina de trigo, 70 g. de fécula de patata.


Lentejas rojas: Por 1 taza de harina de trigo, usaremos 1/4 de harina de lentejas.

Avena: Por cada taza de harina de trigo, usaremos 1/2 taza de harina de avena y una cucharadita de levadura química o polvo de hornear tipo Royal.


Arroz: La harina de arroz es un sustituto estupendo cuando no queremos utilizar harina que contenga gluten. Para ello cambiaremos 150 g de harina de trigo por 130 g de harina de arroz, y seguiremos esta equivalencia en proporción. Es una harina perfecta para flanes, pasteles y otros postres que no requieran demasiada consistencia. Si la vamos a usar en postres o platos consistentes, es mejor mezclarla con otras harinas.

Centeno: Por cada taza de harina de trigo, usaremos una taza de harina de centeno.

Castañas:
Por cada taza de harina de trigo, pondremos una taza de harina de castañas

Con estas equivalencias, no tendréis problema en sustituir la harina de trigo por cualquier otra harina que os agrade más.

Fuente: Recetas de Rechupete