domingo, 27 de noviembre de 2022

PATATAS CON COSTILLA DE CERDO ADOBADA EN OLLA RAPIDA

Hoy hemos cocinado un plato con una parte del cerdo que se presta a muchas formas de hacer en la cocina: costilla de cerdo, en esta ocasión, adobada al estilo de León.

Esta forma de conserva, es muy tradicional en mi tierra, con un adobo hecho a base de ajo, pimentón y sal, y luego dejándola secar con humo, en lugar de como se suele hacer en otras zonas de España, simplemente al aire.

A mi personalmente, no me gusta que esté demasiado seca, así es que cuando está a media curación la troceo y la conservo en el congelador para poder utilizarla el resto del año.

En general, todo tipo de embutido en nuestra zona, se conserva así: el lomo, el jamón, la cecina, el botillo, todo.

El humo da un sabor muy característico, y no a todo el mundo le agrada, a nosotros nos encanta porque estamos habituados.

Tenemos la suerte de tener unos amigos que tienen las instalaciones necesarias para hacerlo y allí nos preparan siempre el lomo y la costilla. El resto de embutido, lo compro por lo general. Hay fábricas que lo hacen muy rico y tenemos donde elegir, a mi por ejemplo el chorizo me gusta de Geras o de Ezequiel, el salchichón de Coladilla y el jamón lo suelo comprar de Joselito. No comemos sin embargo demasiado embutido porque no es saludable, pero nos damos un capricho de vez en cuando y preferimos escoger.

Esta costilla que he preparado hoy, está muy rica también cocinada con arroz, algún día pondré ese post.

Pongo los ingredientes sin cantidades porque siempre dependerá del uso de comensales y del apetito que tengan, hoy en casa éramos 6 personas, así que no puedo decir una norma general, porque para guiarme, suelo medir la patata poniendo un plato hondo por comensal, la costilla cada cual como acostumbre.

Ingredientes

Patatas
Costilla de cerdo troceada y adobada
Ajo
Perejil
Laurel
Sal
Aceite de oliva
Pimentón
Pimiento fresco, verde, rojo...el que tengáis en casa
Agua para cubrir el guiso.

Elaboración


Esta receta la hago siempre como solían hacerlo tanto mi madre como mi abuela paterna, variando lógicamente el tiempo de cocción porque la vamos a preparar en olla rápida.

El primer paso es lavar la costilla, para retirar la parte del adobo que puede hacer el guiso demasiado intenso. La secamos y la colocamos con unas gotas de aceite en la sartén dejando freír para que suelte el exceso de grasa que tiene.
La dejamos que se dore un poco y reservamos.
Esta grasa la retiramos, no se añade al guiso, es grasa animal y tratamos de comer sano.

Cubrimos la base de la olla con aceite de oliva y salteamos el pimiento troceado

Añadimos la patata escachada y le damos unas vueltas para que se sofría un poco.

Separamos la olla del fuego y agregamos el pimentón, friéndolo para que no amargue.

Añadimos la costilla que hemos frito antes.

Hacemos un majado con el ajo, la sal y el perejil y lo añadimos al guiso. Ponemos 1 hoja de laurel. Cubrimos todos los ingredientes con agua. Dejamos que la olla tome presión suficiente colocando el fuego de la vitrocerámica al 9. Cuando haya alcanzado la presión bajamos el fuego al 3 y dejamos que se haga durante 10 minutos.

Una vez despresurizada la olla, probamos de sal y dejamos que de un hervor a fuego rápido para que espese el caldo, pudiendo abreviar el tiempo deshaciendo alguna patata. Es un guiso muy tradicional en mi tierra y apropiado sobre todo para cuando llega el frío.








TARTA DE LA ABUELA

Esta es una tarta de la que debe haber tantas versiones como familias hay en España. A primera vista no es complicada si exceptuamos la elaboración de las cremas pasteleras (a mi encantan), hay quien opta por hacerla con dulce de leche, nata u otros ingredientes. Mi favorita, y creo que la más tradicional, es esta versión. Las otras me suelen resultar más pesadas e incluso demasiado dulces. Todo va en gustos

Ingredientes:

2 ó 3 paquetes de galletas tipo María (cuadradas o redondas)
250 gr, leche

Crema de vainilla
500 gr. leche
2 huevos
50 gr. de Maizena
50 gr. mantequilla a temperatura ambiente
1 cta. postre vainilla
100 gr. azúcar

Crema de chocolate
500 gr. leche
2 huevos
75 gr. azúcar
75 gr. cacao en polvo, (Valor a la taza ó similar)
30 gr. harina maíz (Maizena)
30 gr. mantequilla a temperatura ambiente

Para la cobertura
150 gr. nata líquida montar
150 gr. chocolate fondant (o el que más os guste, blanco, con leche, negro)

Elaboración

Yo he hecho las cremas en thermomix, porque es infalible, pero para quien que no tenga el robot, al final de la receta , pongo como elaborarlas de la forma tradicional. El montaje de la tarta es exactamente igual.

Para hacer la crema de vainilla pondremos todos los ingredientes en el vaso, 20 segundos. vel.5. A continuación, colocamos la mariposa y programamos 12 min. 90º, vel.2. (Debe de quedar una crema espesa, si aún no está densa, darle un poco más de tiempo) Reservar en un bol, tapando con papel film para que no haga costra. Reservamos.

Para hacer la crema de chocolate sin lavar el vaso, ponemos todos los ingredientes, 20 segundos, velocidad 5. A continuación colocamos la mariposa y programamos 12 minutos, 90º, velocidad 2. (Debe de quedar una crema espesa, si aún no está, darle un poco más de tiempo) Reservamos, cubriendo la crema con papel film.

Tanto una crema como la otra, a mi no me quedaron excesivamente espesas, quizá probando a añadir algún minuto más queden mas manejables para hacer la tarta, pero yo prefiero evitar que las cremas se corten y sobre todo que queden agradables al paladar.

Ahora, calentaremos la leche.  Si lo hacéis en Thermomix, 3 o 4 min, 90º, giro izquierda y velocidad cuchara. Yo la he calentado en microondas. Reservar en un bol.

Para montar la tarta, podéis hacerla en un molde cuadrado, rectangular, redondo desmontable, de unos 24-26 cm.

Bajo mi punto de vista, salvo que queráis hacerla para tener una bonita presentación, mi recomendación es que la hagáis en una fuente bonita en la que podáis servirla cómodamente e ir cortando porciones. Preferiblemente con galletas cuadradas. Al ser una tarta cuyo ingrediente principal es la crema pastelera, desmolda mal y os va a costar recomponerla para que quede presentable.

Pasamos al montaje en si de la tarta, vamos sumergiendo galleta a galleta en la leche, (unos 2 segundos cada galleta y así no se rompen).

Empezamos y terminarnos con  una capa de galletas, extendemos la mitad de crema de vainilla, cubrimos con más galletas, poniendo trozos para tapar huecos, si fuera necesario, apretando para nivelarla y vamos alternado las capas con las dos cremas y galletas, (2 de cada crema).

Una vez montada, hacemos la cobertura: nata y chocolate al vaso, 3 minutos, 50º, velocidad 2.

Cubrimos la tarta  con la cobertura de chocolate y la llevamos a la nevera, está mejor de un día para otro.

La podéis decorar al gusto, yo lo he hecho con fresas.

Elaboración tradicional de las cremas pasteleras

Crema de vainilla:

Ponemos todos los ingredientes al vaso de la batidora, trituramos bien, llevamos al fuego lento en un cazo y calentar dando vueltas con una varilla hasta que espese, que no llegue a hervir para que no se cuajen los huevos.(Debe de quedar una crema espesa, si no, se os desmontará la tarta). Reservar en un bol tapado con film pegado a la superficie para que no cree costra. Acto seguido, hacer la de chocolate.

Crema de chocolate

Hacer lo mismo que con la de vainilla.

El montaje de la tarta como indico en el post.

La tarta, no está buena, está mejor...




 

sábado, 3 de septiembre de 2022

HIGOS EN ALMÍBAR

 

Desde que nos jubilamos, durante los últimos días de verano acostumbro a elaborar conservas caseras.

Al principio fue por utilizar gran parte de las verduras y frutas que cultivábamos en nuestro huerto, y ahora, cuando he aprendido que es más importante disfrutar de mi tiempo, el huerto ha quedado reducido a dos huertos urbanos de 4 x 1,50 mts. lo que generalmente suele ser suficiente para hacer la conserva que nosotros consumimos de tomate y fruta. 

Los pimientos los suelo adquirir en un vivero cercano, los recogen al momento de comprarlos, me permiten elegir las piezas y tienen un precio bastante más económico que en el mercado tradicional. 

Con eso hago lo que necesitamos para el consumo familiar durante todo el año.

Sin duda que un tomate envasado al natural o unos pimientos asados caseros, no tienen comparación con los mejores que se pueden comprar, y además, proporciona mucha satisfacción ver a los nuestros disfrutar de algo hecho con dedicación y cariño.

Por otra parte, tenemos vecinos que nos obsequian con verduras o frutas, así que este año me he estrenado con los Higos en Almíbar, mientras nuestra higuera se siga resistiendo a madurar sus frutos, de momento han salido tres tarros.

Para mi, esta receta tiene un recuerdo familiar entrañable; a mi padre que cumplía años el 24 de septiembre, una familia de amigos le solía regalar una tarta muy rica que siempre iba decorada con higos en almíbar, es un recuerdo de mi infancia que nunca olvidaré porque va unido al tiempo más bonito de mi vida, cuando las preocupaciones y los problemas eran inexistentes.

La receta que he utilizado para los higos en conserva, no es la que utilizaba la familia que regalaba la tarta. Me interesé por ella, pero no la conservan, así que he utilizado una de las muchas que encontré en la red. He introducido modificaciones personales, y reajustado tanto ingredientes como tiempo, os la cuento tal como la hice.

Ingredientes.

1,300 kg de higos
1 litro de agua
750 gr de azúcar

Elaboración

La proporción de los ingredientes que ponían las distintas recetas que encontré, variaban mucho en cantidades y en tiempos, así que decidí adaptar las medidas a lo que me pareció más razonable, aumenté la cantidad de agua y reduje el azúcar. También modifiqué los tiempos, y repetí una cocción más.

Quitamos el rabito de los higos que previamente hemos seleccionado, los lavamos. Con un mondadientes pinchamos cada higo dos o tres veces para facilitar que se impregnen bien por dentro y reservamos.

Tenemos que tener en cuenta -y esto es muy importante- que los higos deben estar en su punto, no deben estar demasiado maduros, para evitar que se desmoronen con la cocción.

Ponemos en una cacerola amplia el agua y el azúcar, cuando rompa a hervir y veamos que se ha disuelto el azúcar, agregamos con cuidado los higos.

Dejamos hervir durante 20 minutos moviéndolos con delicadeza para que no se rompan y retiramos del fuego. Los dejamos enfriar al menos 6 horas, pero podemos dejarlo hasta el día siguiente.

Cuando estén fríos volvemos a repetir la operación durante otros 20 minutos. El aspecto de los higos debe ser como acristalado, y el liquido que queda debe ser un almíbar para que la maceración sea perfecta.

En mi caso, dos cocciones fueron insuficientes porque el almíbar no estaba aún meloso, así que repetí por tercera vez otros 20 minutos la cocción.

Se envasan en caliente en un bote de cristal con una buena tapa para conseguir el vacío, procurando que queden apretaditos, sin aire, y cubiertos por el almíbar. La mayoría de las recetas dicen que con colocar el tarro en posición invertida durante 24 horas, como es el caso de las mermeladas, es suficiente para conservarlos durante largo tiempo. 


Sin embargo, no es una cosa que se coma a menudo y para asegurarme que durarán al menos una temporada los esterilicé hirviendo los botes durante 30 minutos.

Son un bocado exquisito, se pueden acompañar de cualquier postre lácteo, para hacer tartas de frutas, o bien escurridos, para hacer bombones de higo.


miércoles, 23 de marzo de 2022

CREMA DE BATATA Y QUESO


 Ingredientes

1 cebolla mediana
2 dientes de ajo
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
650 g de boniato pelado en trozos
Sal y pimienta al gusto
450 ml de caldo de pollo o verduras (Yo puse agua y dos pastillas de caldo de pollo)
85 g de queso mascarpone
100 ml de leche
Un puñadito de picatostes tostados en el horno

Elaboración


Ponemos en el vaso la cebolla en cuartos, los dientes de ajo pelados y el aceite y troceamos 4 segundos en velocidad 4. Sofreímos 6 minutos, Varoma, velocidad cuchara.
Incorporamos el boniato en trozos con una pizca de sal y pimienta y programamos 6 minutos, Varoma, velocidad cuchara.
Añadimos el caldo y cocinamos 20 minutos, 100ºC, velocidad 1.
Agregamos el queso, a leche y trituramos 1 minuto en velocidad 5-10.
Acompañamos de unos picatostes al gusto.

El resultado es una crema muy fina y con un sabor delicioso.

GARBANZOS CON LANGOSTINOS (con thermomix y olla rápida)


Esta es una receta diferente y festiva, para disfrutar de unas nutritivas legumbres.

Ingredientes para 6 personas

800 g de garbanzos
800 g langostinos crudos
2 tomates pelados
2 dientes de ajo
1 cebolla
1/2 pimiento rojo pequeño de los de asar
1 de pimiento verde italiano
1 zanahoria troceada
1 hoja de laurel
1 cucharadita de pimentón dulce
2 o 3 cayenas, al gusto
Sal, pimienta y perejil picado
Aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta

Elaboración

Ponemos en remojo los garbanzos la noche anterior.

El día que vayamos a preparar el plato, pelamos los langostinos en crudo separando las colas. 

En una sarten con un chorrito pequeño de aceite, sofreímos las cáscaras y después las cubrimos de agua y cocemos10 min. Vamos apretando hacia el fondo para que suelten todo su sabor. 

Colamos muy bien el caldo. Podemos machacar en el mortero las cabezas ya cocidas y verter por encima algo más de agua para extraer en total el caldo. Este paso yo lo hice en la thermomix, que exprime y tritura bien las cáscaras, y el resultado lo pasé por un colador para que no quedara ningún resto de las cáscaras.  Podéis ver el caldo en la foto de la jarra.

Se ponen a cocer los garbanzos ya bien remojados (tienen ya su tamaño y no crecen al cocer), cubiertos de agua lo justo y con un puñado de sal y una pastilla de caldo de pescado. En mi caso, lo hice con un fumet de pescado que tenía en el congelador. Añadimos la hoja de laurel.

Yo lo hice en la olla rápida, con el consiguiente ahorro de tiempo.

Preparamos un sofrito con la cebolla, la zanahoria, el pimiento verde italiano y un pimiento rojo pequeño de los de asar sin las pepitas. Cuando estén blanditos añadimos el tomate rallado, para que se fría también. Ponemos el pimentón, damos unas vueltas y retiramos. Pasamos todo por la batidora.

Cuando tengamos los garbanzos cocidos, se vuelcan en la olla el majado y el sofrito y se da un hervor de cinco minutos más mezclando todo bien. Añadimos el fumet obtenido de las cascaras y las cabezas de langostinos

Finalmente, se añaden los langostinos y los dejamos hervir 5 minutos. Añadimos el perejil picado y se deja solo un minuto más antes de retirar del fuego. Se deja reposar tapado para que los langostinos se terminen de hacer con el calor residual.

NOTA

Podemos añadir al sofrito de tomate una copita de vino blanco seco y dejamos reducir para que evapore el alcohol antes de pasarlo por la batidora.

Para la presentación podemos acompañarlos de unas rebanadas de pan frito y unos cuartos de huevo duro








 

jueves, 3 de marzo de 2022

PESTIÑOS

Los pestiños son unos canutillos de masa fritos en aceite de oliva y especiados. Son uno de dulces más auténticos de Cuaresma (y pueden tener diversas versiones según la región en la que se elaboren).

La historia del pestiño es muy antigua en el mundo mediterráneo. Probablemente la receta que nos ha llegado tenga más de un origen asociado a celebraciones religiosas y sea el resultado de la influencia de las tres culturas que existieron en España: la cristiana – heredera de la tradición romana- la judía y la musulmana.

Como dato curioso las masas, al menos hasta el siglo XVI, se freían en manteca de cerdo ya que el aceite era considerado alimento de los judíos cuya religión prohibía consumir el cerdo y sus derivados.

El trigo y el pan forma parte de la herencia romana y el cristianismo lo adoptó como el símbolo de la carne de Cristo en la sagrada forma, aunque desde la Antigüedad las tortas elaboradas con harina se ofrecían con frecuencia a los dioses paganos.

En la antigua Roma existía un dulce similar al pestiño que se consumía en las Saturnalias, fiestas que coincidían con nuestros carnavales (todavía hoy muchos pestiños se hacen en carnaval y Semana Santa). Eran los “frictilia” (nombre que se le daba a los pasteles fritos) elaborados con harina de trigo, fritos en manteca de cerdo y bañados en miel que se ofrecían como ofrenda al dios Sileno.

Las especias- ajon jolí, canela, sésamo- y la almendra son tradición musulmana y aún se elabora un dulce frito similar: la shebakía, masa de harina, aceite, huevo y especias que se hace por Ramadán.

La fritura en aceite, la adición de naranja amarga y la miel se relaciona con la cocina judeo española.

La tradición cristiana del pestiño puede remontarse al menos hasta el siglo XVI. La primera referencia literaria la encontramos en La Lozana andaluza (1528) de Francisco Delicado, obra en la que es mencionado como parte del repertorio culinario de la protagonista.

Y, así, sabemos que “Aldonza aprendió de su abuela el arte de guisar y en su poder deprendió a hacer fideos, empanadillas, alcuzcuz con garbanzos, albondiguillas redondas y apretadas con culantro”… y también sabía hacer “hojuelas, pestiños, rosquillas de alfaxor, testones de cañamones y ajonjolí, nabos sin tocino y con comino, olla reposada, cazuela de berenjenas, cazuelas de pescado cecial, cabrito apedreado con limón ceutí, pecho de carnero…”.

Los pestiños también son citados en el Quijote y en las novelas de Cervantes

En el 1791 es mencionado en el sainete anónimo Los Locos de Mayor Marca

Y en 1874 en El sombrero de tres picos de Pedro Antonio de Alarcón haciendo referencia a la comida que el molinero ofrecía a los personajes de alcurnia que visitaban su molino por Pascua.

Los pestiños en su receta base – porciones fritas de una masa hecha de harina, aceite, aguardiente o vino- se encuentran en la repostería de todas las regiones de España. Las variantes son las especias: anís, sésamo, clavo, laurel, canela…., la adición o no de huevo, la forma de endulzarlos ya que la masa no suele llevar azúcar: miel, almíbar o simplemente azúcar y su formato es decir la forma de cortar la masa.

Ingredientes para los pestiños

150 g de harina de fuerza
65 g de aceite de oliva virgen extra
1 c/postre de sésamo tostado (ajonjolí)
1 c/postre de anís verde (matalahúva)
Un pellizco de sal
65 ml de vino blanco
Cáscara de naranja

Para el enmelado de los pestiños

65 g de miel
20 ml de agua
Zumo de 1/4 limón
Un chorrito de anís (opcional, yo no he puesto porque no me gusta)

Para freír
Aceite de oliva

Elaboración

Aromatizamos el aceite. En un cazo echamos 65 g de aceite de oliva virgen extra y unas pieles de naranja, procurando que lleven lo mínimo de la parte blanca.

Ponemos a fuego medio y cuando el aceite empiece a burbujear retiramos y echamos 1 cucharada de postre de sésamo tostado o ajonjolí, y una cucharada de postre de anís verde o matalahúva.

Dejamos que se atempere, sacamos las cascaras de naranja y limón y echamos el aceite en un vaso junto con las semillas hasta que se enfríe.

En un bol ponemos 150 g de harina de fuerza. Añadimos una pizca de sal y 65 ml de vino blanco, removemos con ayuda de una cuchara hasta que la harina haya absorbido todo el vino.

Incorporamos el aceite que teníamos reservado. Mezclamos con la cuchara y cuando ya esté bien integrado seguimos amasando con las manos. Hacemos una bola y dejamos reposar entre 30 minutos y 1 hora.

Preparamos el enmelado.

En un cazo tenemos 65 g de miel, 20 ml de agua y el zumo de ¼ de limón. Ponemos a fuego medio y removemos hasta que todos los ingredientes estén bien integrados. Reservamos.

Pasado el tiempo, estiramos la masa con un rodillo lo más fina que podamos y cortamos los extremos para hacer cuadrados perfectos.

Doblamos una esquina del cuadrado hacia el centro, pintamos con un poco de agua y doblamos la esquina contraría presionando con el dedo para que queden pegadas y no se despeguen al freírlas.

Ponemos abundante aceite de oliva a calentar y freímos los pestiños hasta que estén dorados a nuestro gusto.

Una vez dorados los sacamos sobre papel de cocina y seguidamente los enmelamos. La masa que nos ha sobrado la volvemos a estirar y formamos nuevos pestiños.

NOTA:
Dependiendo del tipo de harina que utilicemos, es posible que necesitemos añadir un poco más. Yo añadí un poco, hasta que la masa era manejable y dejó de pegarse a las manos. No es una masa que se pegue mucho debido a la cantidad de aceite que lleva, pero os advierto que si tuvierais que añadir, debéis hacerlo poquito a poco, yo diría que como mucho de media cucharadita de postre cada vez, y dejar la masa que no se pegue a las manos pero que sea muy elástica y blandita. Yo debí añadirle como en tres ocasiones.















 

martes, 1 de marzo de 2022

CENA RAPIDA CON POCOS INGREDIENTES

Hoy se trata de hacer una cena rápida y que rompa nuestra rutina de cenar, por lo general, pescado. He elegido un plato sencillísimo, de fácil elaboración y con ingredientes que podemos tener fácilmente en nuestro frigorífico. Es una receta pensada para cuatro raciones.

Ingredientes

6 huevos medianos
½ cucharadita de sal y un poco de pimienta
300 ml de leche semidesnatada
10 lonchas de jamón york (bandeja de Mercadona)
7 tranchetes de queso
Aceite de oliva para untar el molde.

Elaboración

Precalentamos nuestro horno a 200º arriba y abajo.

Con ayuda de una batidora de varillas batimos bien los huevos con la sal y la pimienta.

Agregamos la leche y seguimos batiendo hasta que la mezcla sea homogénea. 

Cortar las lonchas de jamón en trozos pequeños y lo incorporamos a la mezcla.

Hacemos lo mismo con los tranchetes aunque no es necesario trocearlos, al fundirse no se van a encontrar.
 
Mezclamos todo muy bien y lo volcamos en una bandeja de pírex o cualquier otra que sirva para horno, que previamente hemos untado con aceite de oliva.

He utilizado una fuente de pírex cuadrada de 22 x 22 cm.

Ponemos en el horno a 200º durante 35 minutos.

Comprobamos si está bien hecha pinchando con un palillo, de lo contrario lo dejamos un par de minutos más.

Cuando la sacamos del horno, estará crecida y en unos minutos se bajará pero es normal. Es una cena muy sencilla y sabrosa.






 

viernes, 18 de febrero de 2022

BACALAO A BRAS


Esta receta esta tuneada del Blog de Velocidad Cuchara que mi hija ha adaptado a los gustos de nuestra familia, suprimiendo o cambiando alguno de los ingredientes.

El bacalhau à Brás es una receta típica de la cocina portuguesa en la que el ingrediente principal es el bacalao. Es un plato rápido de hacer y muy popular en casi todo el territorio portugués, siendo una de las recetas con bacalao más famosas de la cocina portuguesa.

En algunas partes de Portugal, este plato se encuentra escrito en los menús como bacalhau à Braz, con zeta, debido a que el inventor de la receta, el Senhor Braz, (tabernero del Barrio Alto, en Lisboa), escribía su apellido con esta grafía antigua (de la misma forma se escribía en portugués Luiz o Luiza). En zonas cercanas a la frontera con España, pueden encontrarse variedades de este plato con el nombre bacalhau dourado.

Ingredientes para el sofrito con bacalao

Dos bandejas de bacalao desalado desmigado de Mercadona
500 g de cebolla cortada en juliana
1 diente de ajo picado
100 ml de aceite de oliva virgen extra
5-6 huevos medianos

Le añadimos 400 g de patatas paja para completar el plato.

Elaboración

Ponemos la mariposa dentro del vaso, incorporamos la cebolla, el ajo picadito y el aceite y cocinamos 16 minutos, Temperatura Varoma, velocidad 1.

Añadimos el bacalao desalado y cocinamos 3 minutos, Varoma, giro a la izquierda y velocidad 1.

Ponemos una sartén al fuego y colocamos en ella todo el preparado del vaso. Terminamos de cocinar a fuego medio-alto y dejamos evaporar parte del caldo que ha soltado.

Mientras tenemos la sartén al fuego, retiramos la mariposa, y ponemos en el vaso los huevos batiendo 8 segundos en velocidad 3.

Añadimos a la sartén las patatas paja y removemos hasta repartirlas entre el bacalao. Agregamos encima los huevos batidos removemos y cocinamos. En cuanto veamos que empieza a cuajar el huevo, apagamos el fuego para que no se seque y quede una mezcla jugosa.

CÓMO HACER PATATAS PAJA CASERAS

Con ayuda de una mandolina o con un cuchillo afilado cortamos las patatas en rodajas muy finas. Después, con paciencia cortamos cada lámina en pequeñas varitas, del grosor de una cerilla. Con un par de patatas obtendréis muchísima cantidad.

Dejamos las patatas en remojo en un bol amplio con abundante agua fría. Las removemos con las manos para que las patatas suelten almidón y cambiamos el agua tras cinco minutos, dejando que reposen otros cinco minutos más en agua limpia. Ponemos a calentar el aceite a 180ºC.

Freímos las patatas por tandas, una vez estén bien escurridas en un colador para que no salte el aceite. Dejamos que se vayan dorando poco a poco y les damos la vuelta para que se hagan por ambas caras, sin dejar que se doren mucho porque amargarían. Sacamos y escurrimos sobre papel absorbente.

domingo, 6 de febrero de 2022

ESPAGUETTIS COLORAOS

Ingredientes

180 g de espaguetis
1 cebolla grande
14 cucharadas de tomate natural triturado (https://harinalaquepida.blogspot.com/search?q=conserva+de+tomate+al+natural)
3 cucharadas aceite
1 cucharada de azúcar
Sal
Pimienta, orégano, las hierbas aromáticas que os gusten (yo no puse).

Elaboración

Picamos la cebolla en brunoise muy menudita.

En la sartén ponemos el aceite y freímos la cebolla hasta que esta dorada. Una vez que la cebolla se haya dorado, añadimos el tomate y sofreímos unos minutos. Debe quedar una pasta densa, espesa.

En una cazuela honda ponemos agua con sal y añadimos los espaguetis cuando rompa el hervor. Los cocemos según las indicaciones del paquete, unos 8/10 minutos según la marca. Removemos de vez en cuando con una espumadera para que no se peguen y los sacamos y escurrimos rápidamente cuando estén en su punto.

Añadimos los espaguetis escurridos a la sarten con la salsa. Sofreímos los espaguetis unos 5 o 10 minutos, Eso servirá para que los espaguetis se empapen del sabor de la salsa de tomate, y lo más importante, se doren un poco.

Si nos gusta, añadimos las hierbas, y espolvoreamos con un poco de queso rallado. Yo no añadí ninguna de las dos cosas y estaban buenísimos,  servimos.

 

 

domingo, 30 de enero de 2022

FIDEUÁ DE MARISCO O FIDEUÁ DEL SEÑORITO


La fideuà es un plato esencial de la gastronomía española que hoy vamos a elaborar en Thermomix. Es un plato típico de Valencia, pero se cocina en casi todas las casas, aunque mucho me temo que ésta no tiene nada que ver con respecto a la original. La fideuà tradicional exige un fideo grueso especial para ello, aunque si no tenéis en casa podéis utilizar igualmente un fideo grueso, como todas las cosas en cocina, salvo la repostería, admite variaciones al gusto.

No recuerdo el tiempo que no hacía una fideuà en casa, creo que desde antes de empezar a poner recetas en el blog. Se me olvidan cosas que hacía hace tiempo y ocasionalmente se enciende la lucecita y me digo, hoy es el día!

A mi particularmente me gusta con frutos del mar, más que con ninguna otra cosa, así que he hoy tocó. Tocó también, porque tenía parte de la cabeza de un rape, sepia, gambas y langostinos que eran restos de la navidad y había que darles salida.

He estado buscando recetas en la thermomix, más que nada como orientación para los tiempos aunque generalmente lo de los ingredientes y las cantidades me las suelo saltar a la torera y pongo los ingredientes que tengo a mano y la cantidad necesaria dependiendo del número de comensales que seamos.

Sí os indico dos cosas, el nombre lo tomé de una fideuà que hacen los valencianos y que se llama así porque todo lo que lleva va limpio de cáscaras para evitar ensuciarse las manos. Reconozco que en casa somos todos bastante señoritos a la hora de comer, nos gusta todo limpio de polvo y paja, se come más rápido e incluso te permite mejor calcular la cantidad que quieres comer.

Por ejemplo después de una temporada en la que yo he comido menos porque quería perder peso, mi estómago se ha hecho más chico y ahora necesito la mitad. Este plato de cualquier forma, es saciante, así que ojo si lo hacéis y al momento de servirlo tenerlo en cuenta.

Ingredientes:

12 gambas peladas
10 langostinos limpios
La mitad de la carne de una cabeza de rape grande
300 g de sepia troceada y limpia
1 kg de mejillones
4 cucharadas soperas de aceite de oliva
1 diente de ajo
40 gr. de cebolla
100 gr. de pimiento verde largo y fino
10 gr. de perejil
100 gr. de tomate natural
Unas hebras de azafrán
Un poco de colorante alimentario (yo no le puse)
1 cucharadita de carne de pimiento choricero
700 ml de fumet hecho con el agua que soltaron los mejillones al hervirlos al vapor, las espinas de la media cabeza de rape y las cáscaras de los langostinos y las gambas.
200 g de fideos especiales para fideuà
Sal

Elaboración

La parte más laboriosa de este plato es limpiar los mejillones. A mi me encantan de cualquier forma pero no los hago demasiadas veces por evitar ese trance, vienen con muchas adherencias y me gusta dejarlos completamente limpios, y eso lleva tiempo.

Después los coloco en una cazuela alta y los pongo al fuego sin nada de agua, tal cual, de forma que al abrirse, suelten todos los jugos que luego aprovecho para hacer el plato en que vaya a utilizarlos. Dejo que se enfríen y los desconcho para utilizarlos

El fumet lo hice a la forma convencional, eran bastantes cosas y me salió para hacer otro plato con pescado otro día. Puse una cazuela con las cascaras  y el hueso de rape y una hoja de laurel, y lo dejé que hirviera desespumando cada poco.

Ponemos el aceite en el vaso y añadimos el ajo, la cebolla en cuartos, el perejil y el pimiento, cortado en trozos, el tomate pelado, las hebras de azafrán y la carne del pimiento choricero. Lo picamos todo junto 4 segundos en velocidad 5. Bajamos con la espátula los restos que hayan quedado por las paredes del vaso.

Bajamos con la espátula los restos que hayan quedado por las paredes del vaso.

Sofreímos todo esto 5 minutos, Varoma, en velocidad 1. Cuando acabe, trituramos todo 1 minuto en velocidad 8, y volvemos a bajar con la espátula los restos que hayan quedado.

Colocamos la mariposa, pulsamos el botón de giro a la izquierda y añadimos 600 gr. del fumet. Programamos 7 minutos, Varoma, velocidad 3 o hasta que el caldo hierva.

Cuando veamos que el caldo hierve de verdad, añadimos la sepia y la carne de rape. Programamos 8 minutos, Varoma, velocidad cuchara, sin el cubilete, con el cestillo en su lugar.

Una vez finalizado, añadimos los fideos y programamos 8 o 9 minutos, según las indicaciones que marque el paquete.

En el último minuto le agregamos las gambas y los langostinos pelados con los mejillones.

Volcamos la fideuà en una fuente y dejamos reposar unos minutos para que se termine de embeber el poquito caldo que le puede quedar. A nosotros nos encantó, la haré más a menudo.