Ingrediente fundamental para que este plato salga rico, un buen bacalao en su punto de curación y que esté correctamente desalado.
Ingredientes
4 lomitos de bacalao desalados
1 huevo
harina
2 cebollas
Elaboración
No puede haber plato más sencillo y que resulte tan agradecido.
El primer paso, porque es el que más tiempo requiere, es preparar las cebollas. Las cortaremos en brunoise y las pocharemos lentamente con poca de aceite para que suelten su jugo, dejándolas que se doren un poco. La cebolla tendrá un sabor dulce que si a alguien no le agrada, podrá resolver poniéndole un poco de sal, aunque mi consejo es que no lo hagáis antes de probarla porque el contraste de sabores es la gracia del plato.
Yo suelo partir en dos los lomitos para facilitar el rebozado, y escurrirlos muy bien del agua donde se han desalado.
Haremos el rebozado tradicional, pasando los lomitos primeramente por harina y retirando con un par de golpes el exceso de harina para que en la fritura no coja tanto aceite. A continuación, los pasamos por huevo batido y los freímos en aceite bien caliente. No debemos freírlos demasiado para que el bacalao conserve ese punto jugoso que lo hace tan apetitoso. Lo justo, pero nada más.
Servimos acompañado de la cebolla frita. Una cena sencilla, sabrosa y nutritiva. ¡Buen provecho!
Ingredientes
4 lomitos de bacalao desalados
1 huevo
harina
2 cebollas
Elaboración
No puede haber plato más sencillo y que resulte tan agradecido.
El primer paso, porque es el que más tiempo requiere, es preparar las cebollas. Las cortaremos en brunoise y las pocharemos lentamente con poca de aceite para que suelten su jugo, dejándolas que se doren un poco. La cebolla tendrá un sabor dulce que si a alguien no le agrada, podrá resolver poniéndole un poco de sal, aunque mi consejo es que no lo hagáis antes de probarla porque el contraste de sabores es la gracia del plato.
Yo suelo partir en dos los lomitos para facilitar el rebozado, y escurrirlos muy bien del agua donde se han desalado.
Haremos el rebozado tradicional, pasando los lomitos primeramente por harina y retirando con un par de golpes el exceso de harina para que en la fritura no coja tanto aceite. A continuación, los pasamos por huevo batido y los freímos en aceite bien caliente. No debemos freírlos demasiado para que el bacalao conserve ese punto jugoso que lo hace tan apetitoso. Lo justo, pero nada más.
Servimos acompañado de la cebolla frita. Una cena sencilla, sabrosa y nutritiva. ¡Buen provecho!
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