El salmón es uno de los pescados más ricos en omega-3, un ácido graso esencial en nuestro organismo ya que reduce e impide la acumulación del colesterol, reduce el nivel de triglicéridos y la presión arterial, previene del infarto de miocardio, otras enfermedades cardiovasculares y combate la artritis, entre otras muchas virtudes.
La receta de Salmón marinado, consiste en hacer una salazón con el pescado fresco, dándole una textura diferente. Incluso el sabor cambia y a los que no les gusta este pescado, lo disfrutan en su versión marinada.
Ingredientes
1/2 lomo de salmón fresco de 450 g (preferentemente la zona del cogote, ya que es más jugosa)
450 gr. de sal gorda
450 gr. de azúcar
Eneldo.
Elaboración
Aunque en la pescadería nos hayan preparado el salmón es recomendable retirar las partes más grasas y todas las espinas.
Las buscaremos con presionando con el dedo y las extraeremos con ayuda de unas pinzas. Es importante este paso, ya que posteriormente serán un obstáculo para cortar lonchas al bies con el cuchillo.
No se debe de quitar la piel.
Una vez los lomos estén bien limpios, prepararemos la marinada con la sal el azúcar y el eneldo, mezclándolo todo bien y añadiendo, si se quiere, especias como pimienta, curry .... Yo sólo le pongo la sal, el azúcar y el eneldo y sale muy, muy rico.
Ponemos la mitad de la mezcla en una fuente grande, y sobre ello colocamos el lomo de salmón acostado sobre su piel. Tapamos con el resto de la marinada, hasta que esté completamente cubierto.
Con papel film, o con papel de hornear, cubrimos la fuente y colocamos peso encima, unos bricks de leche o latas de conserva, por ejemplo. Guardamos en la nevera durante 36-48 horas. Yo lo he tenido 48 horas y ha salido perfecto.
La sal hace que el salmón vaya expulsado agua, que al mezclarse con el azúcar hará que se cree un almíbar que deberemos ir retirando. En mitad del proceso se desentierra el pescado y se le da la vuelta. Según como le guste a cada uno de curado, se puede dejar más o menos tiempo.
Una vez pasado el tiempo oportuno, se saca el pescado y se pasa por agua del grifo para quitar cualquier resto de marinada. Se seca bien con papel de cocina y se guarda en un envase que evite cualquier tipo de humedad. Habitualmente, lo cubro con aceite de oliva para evitar que se reseque. Podemos conservarlo en la nevera durante dos semanas o más, aunque con la cantidad que yo he hecho, dudo que llegue a tanto.
Hay mil formas de degustar esta receta de salmón marinado, cortado en láminas con una emulsión de aceite de oliva con limón sobre una tosta acompañado de hojas de rúcula, en una pizza, cortado en pequeños dados y preparado como un tartar, loncheado, haciendo rollitos con gulas, con huevo hilado, en tacos para ensalada, simplemente como un buen entrante…
En casa gusta mucho, y lo disfrutamos.
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