domingo, 4 de marzo de 2018

JUDIAS VERDES CON AMOR Y...CON JAMÓN, DE MI MADRE

 Esta forma de cocinar las judías la aprendí de mi madre. He comentado más veces que era una cocinera estupenda y que sus platos tenían "sabor". Diría, sabor inconfundible a la cocina de nuestra madre que todos guardamos en nuestra memoria. Lo cierto es, que todos los que comimos aquellas judías, aquellas croquetas o aquellas empanadillas, reconocemos que somos incapaces de encontrar aquel punto que ella le daba. Os cuento como las hacía y también su forma de cocinarlo, y espero que os gusten tanto como en nuestra familia.

Ingredientes

3/4 kg de judías verdes, limpias
1 trozo de jamón, preferentemente de la zona del codillo, deshuesado y con su piel limpia, pero sin retirarla.
2 patatas
sal
1 ajo grande o dos pequeños
media cucharada de pimentón
aceite de oliva.

Elaboración

Ponemos al fuego una cazuela alta con agua hasta la mitad y una cucharada de sal.
Cuando comience la ebullición, le agregamos las judías troceadas y limpias, las dos patatas escachadas y el trozo de jamón y dejamos que hiervan a fuego vivo, pero sin que se derrame el agua.
Cuando lleven más o menos media hora cociendo, en una sartén ponemos aceite de oliva, (yo pongo 4 cucharadas soperas) troceamos y sofreímos el ajo. En cuanto empieza a dorarse, añadimos el pimentón y lo dejamos que se fría pero sin quemarse  agregándolo a la verdura.
Probamos el punto de sal.
Este es todo el procedimiento, en si. 
Sólo debemos esperar a que las judías estén bien tiernas y la patata al hervir se deshaga un poco, dando al caldo del guiso una textura espesa. No preocuparse de que quede poco caldo, sino de que quede espesito.
No obstante, si durante la cocción vierais que se está agotando el caldo y que aún le falta tiempo para que las judías estén hechas, debéis añadir "agua caliente", para que no se interrumpa la cocción, porque se estropearían las judías.
La judía debe quedar blandita, que se doble e incluso se abra la vaina en dos y la patata casi toda deshecha.
Debo aclarar de todas formas, que hay tipos de patata que no se deshacen fácilmente, por lo que podéis ayudaros de un tenedor y deshacer alguna para que el caldo espese y dejar un rato más para que se termine de hacer.
De enriquecer el plato, se encarga el jamón, que le da un toque inigualable, aunque si no lo tenéis le podéis poner un hueso de ternera de la parte de la babilla o de la rodilla, que le darán igualmente un gran sabor.

Servir, acompañadas de un trozo del jamón con que se han cocido.



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