lunes, 28 de septiembre de 2015

PATATAS A LA IMPORTANCIA

Este es uno de los platos más sencillos y más ricos de la cocina tradicional. Quien lo prueba, repite

Ingredientes para 4 personas

900 g de patatas peladas
2 Huevos para rebozar
150 g de harina de trigo

Para la salsa
1 Cebolla
2 Dientes de ajo
1 Cucharada de perejil picado
Unos taquitos de jamón
5 Hebras de azafrán
1500 ml de caldo de ave, de cocido, o en su defecto, agua con un par de cubitos (yo le pongo Maggi)
80 de vino blanco
Sal al gusto

Aceite de oliva para freír

Elaboración

Personalmente, siempre trato de tener todos los ingredientes del plato dispuestos para que me sea más fácil la elaboración, me sirve de gran ayuda y me ayuda a simplificar el guiso. Os indico como me organizo:
Pelamos y cortamos las patatas en rodajas de medio centímetro de grosor aproximadamente, los más iguales posible para que se hagan lo mismo, lo ideal es hacerlo con la mandolina, eso si, con precaución porque en un descuido nos podemos cortar.
Pelamos y troceamos la cebolla en brunoise.
Pelamos los ajos y los cortamos en trozos pequeños.
Echamos la harina en un plato hondo.
Cascamos los huevos en un plato y los batimos bien.
Aparte, cocemos un huevo que utilizaremos para dar color al plato.

Vamos al asunto concreto

Ponemos una sartén a fuego medio y echamos abundante aceite para freír.
Pasamos las rodajas de patata por la harina, sacudiendo la harina sobrante.
Vamos pasándolas por el huevo batido, que queden bien rebozadas, y cuando el aceite esté caliente las vamos poniendo a freír.
No ponemos muchas a la vez para evitar que se enfríe el aceite, y las freímos durante unos dos minutos por cada lado.
Cuando estén hechas, las vamos sacando y poniendo en una bandeja sobre papel absorbente. 

Las reservamos, mientras preparamos la salsa
Ponemos una cazuela a fuego medio y echamos un par de cucharadas de aceite.

Cuando esté caliente echamos la cebolla, y un poco de sal y la dejamos hasta que poche. Hay personas a las que les gusta que la cebolla se dore, pero si es así, hay que tener cuidado que no se tueste porque luego amargará la salsa.
Cuando hayamos terminado de freír la cebolla, sofreímos un poco los tacos de jamón, y una cucharadita de harina, - con cuidado de que no se queme – y a continuación, ponemos el vino blanco, lo removemos bien y lo dejas reducir unos 3 minutos.
Ponemos el caldo sobre las patatas y las salamos al gusto, con cuidado, porque el jamón, le da su puntito salado.

Mientras empieza a hervir preparamos el majado. 
En un mortero echamos los ajos, el perejil, un poco de sal y las hebras de azafrán y los machacamos bien
A veces, además del azafrán, les pongo un poco de colorante alimentario del que utilizo para la paella, para darle color al caldo y lo pongo sobre las patatas cuando el caldo empieza a hervir removiéndolo bien. 

Añadimos las rodajas de patata que habíamos reservado, de forma que todas queden bien cubiertas por el caldo. Las dejamos que se cocinen durante 25 minutos a fuego medio. No conviene moverlas para evitar que se deshagan, si necesitamos hacerlo, nos limitaremos a mover la cazuela.

Pasado este tiempo comprobamos que están listas pinchándolas con un tenedor para comprobar que estén blandas.

Un minuto antes de retirarlas del fuego, picamos un huevo duro. Retiramos la cazuela del fuego y las servimos bien calientes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario