lunes, 28 de septiembre de 2015

BRIOCHE EN PANIFICADORA

Es con mucho, la mejor receta de brioche de todas las que he hecho, he incluso las que he probado de los comercializados, casi siempre envueltos en una cantidad excesiva de melazas y azúcares varios. Si alguien quiere hacerlo y no tiene la misma panificadora tendrá que adaptarlo a la suya, salvo ese detalle, el brioche es fácil de hacer y ofrece un resultado óptimo.

Ingredientes
500 g. de harina de fuerza
150 g. de mantequilla blanda
100 g. de azúcar molido (se muele muy bien en el molinillo del café)
una pizca de sal
25 g. de levadura fresca
4 huevos, (uno de ellos es para pintar el bollo)
1/2 vaso de leche templada

Preparación

Os anticipo que sale un gran brioche, sube mucho y se hace grandísimo. Es más, si no sois muchos de familia, o no lo vais a compartir aunque dura fresco dos o tres días, podéis pensar en hacer uno más pequeño con la mitad de los ingredientes.

Cocinar es agradable para mi pero procuro, en lo posible, ayudarme de todos los medios a mi alcance en esa tarea, así que lo he hecho con la panificadora que me regaló mi hijo hace ya algún tiempo, es mucho más cómodo y más rápido.

Lo primero ponemos los huevos batidos (recordad que hay que dejar uno para pintar el bollo), el azúcar molido, la leche templada en la cubeta. Y encima, que la cubra en su totalidad, la harina con la levadura desmigada por encima, por último la mantequilla. Ahora le damos a la tecla del programa amasado y levado, en la Philips el 9.

Así se consigue que quede todo más integrado. Ya dejamos que termine el programa de amasado con su ciclo de levado. Dura en finalizar, aproximadamente unos 90 minutos. Estad pendientes porque la levadura sigue funcionando y sino la sacáis nada más terminar el programa, se os desbordará la cubeta.

Observar lo que ha crecido. Aún crecerá dos veces más, una cuando está en el molde y un poco más horneando.

Al acabar el ciclo sacamos la masa a la encimera que habremos enharinado ligeramente, y amasamos suavemente para sacar el aire.

Ahora cogemos un molde alto y lo engrasamos un poquito con mantequilla. Yo he utilizado un molde de bizcocho. Cogemos porciones no muy grandes de masa y estiramos con el rodillo y luego enrollamos poniéndolos de pie en el molde, hasta ir completándolo, procurando que no queden pegados porque va a crecer mucho.

Ponemos el horno a 40º y cuando haya cogido la temperatura, ponemos a fermentar dentro una media hora. Al cabo de ese tiempo habrá doblado su volumen.

Finalizado el tiempo lo sacamos y subimos la temperatura del horno a 180º solo calor abajo o solo aire para los hornos que tengan esta opción, y pintamos el bollo con el huevo batido que nos habíamos guardado al principio.

Metemos el bollo al horno en la rejilla del medio. Yo he necesitado cuarenta minutos hasta que lo he pinchado y salía limpio. A media cocción lo he tapado con una hoja de papel de aluminio porque se tostaba demasiado por arriba.

Desmoldar cuando esté templado. Si os gusta la bollería, veréis que aroma...y qué sabor!!

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