domingo, 4 de junio de 2023

TORRIJAS AL RON EN THERMOMIX


Las torrijas, son ese delicioso manjar cuya receta ha pasado de generación en generación y que, a día de hoy, continúa siendo un dulce estrella. Son un dulce tradicional español que gusta a todos, aunque en los últimos años la receta tradicional ha sufrido variaciones para adaptar a la nueva demanda y hábitos de vida.
Quien me conoce sabe, que son mi dulce predilecto. No me suelo prodigar haciéndolas, primero porque son laboriosas y segundo porque trato de evitar los dulces. Cuando se hacen torrijas, tiene que ser para compartir, no se pueden hacer dos o tres...y siempre queda alguna. He puesto un par de recetas más, las que hacía mi madre que son excepcionales y otro ensayo que hice de torrijas con crema inglesa que creo que es mejorable.

Esta receta "diferente" es para los amantes de las torrijas, pero no para aquellos que pueden dedicar poco tiempo a cocinar. La receta en si, y más con la ayuda de la thermomix, no es laboriosa, pero si exige unas pautas y unas pausas imprescindibles para que salgan perfectas. Necesitan tiempo y paciencia.

Ingredientes

½ barra de pan de torrijas
6 huevos
½ litro de leche
½ litro de nata
250 g de azúcar
50 ml de ron
1 palo de canela
La piel de una naranja (sin la parte blanca)

Elaboración

Introducimos la leche, el azúcar, la piel de limón y la rama de canela en el vaso del Thermomix. Programamos 12 minutos, 100 ºC, velocidad cuchara, giro a la izquierda.

Una vez finalizado el tiempo, retiramos la piel de naranja y la canela y dejamos atemperar la leche en el vaso durante 30 minutos por lo menos. Somos comedidos con el azúcar porque, una que vamos a pasarlas por la plancha, les pondremos azúcar por uno de los lados para caramelizarlas.

Cuando la leche esté a temperatura ambiente, le añadimos los huevos, la nata y el ron y lo ponemos en la thermomix con la mariposa puesta, 3 minutos, giro a la izquierda y velocidad 3.

Cortamos unas 8/10 rebanadas de la barra de pan AQUÍ y las colocamos en una fuente grande y honda. Regamos con la leche infusionada y atemperada. Volteamos para que se empapen bien por ambos lados.
Les vamos dando la vuelta cada pocos minutos con la mezcla de los líquidos que tenemos en frío, porque tenemos que intentar que las rebanadas vayan empapándose completamente.

Este paso es al que me refiero cuando digo que la elaboración lleva sus pautas y sus pausas.

Tenéis que tener en cuenta que el pan de torrijas, es un pan denso que tarda en humedecerse, pero que una vez que está en su punto, da al postre una textura y un sabor deliciosos.

Si vivís en un lugar donde la temperatura sea baja, podéis dejarlas -siempre tapadas con papel film - a temperatura ambiente; yo soy partidaria de dejarlas siempre en frigorífico porque tanto los lácteos como los huevos son alimentos que se pueden estropear con facilidad, aunque el hecho de que estén en frío siempre, retrasa un poco que la torrija se empape.

Las preparé ayer por la tarde, les di 5 o 6 vueltas y han estado en el frigorífico toda la noche, pero en la mañana, aún no estaban suficientemente empapadas, las hice hoy a mediodía.

Las torrijas estarán completamente impregnadas y en su punto, en el momento que veamos que el pan ha quedado sumergido en el líquido. Generalmente al día siguiente. Para comprobar si están, podéis partir una de las rebanadas pequeñas. Si veis que  está totalmente húmeda por dentro, es el momento de pasar a la preparación final.

Vamos escurriendo ligeramente cada torrija en un colador, la espolvoreamos con azúcar por un lado y sólo por un lado, la llevamos a la sartén untada de mantequilla o aceite de girasol, cada cual a su gusto, vuelta y vuelta, y a servir.

Volteamos siempre con una espátula para que no se desmorone. Si se sirve recién hecha, estará buenísima, pero también se puede tomar fría, aunque pierde un poco .

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