Ingredientes
170 g mantequilla sin sal, atemperada
140 g azúcar
1 ralladura de limón
1 huevo a temperatura ambiente
5 ml esencia de vainilla
2 g sal
300 g de harina de repostería o de todo uso
1 yema de huevo para pintar las pastas
Elaboración
Mezclamos el azúcar con la ralladura fina de limón y frotamos hasta aromatizarlo.
En un recipiente hondo batimos la mantequilla blanda con unas varillas manuales o eléctricas hasta que quede cremosa. Agregamos el azúcar y batimos más hasta que se incorpore del todo y tenga textura algo esponjosa.
Echamos el huevo y la vainilla y batimos un poco más. Tamizamos encima la harina con la sal y mezclar a velocidad suave hasta tener una masa más o menos homogénea. Al final, es más fácil trabajarlas a mano. Dividimos la masa en dos, la aplanamos compactando la masa y envolvemos cada una en papel film.
Enfriamos en la nevera un mínimo 30 minutos.
Precalentamos el horno a 200 º C con calor arriba y abajo y preparamos dos bandejas. Estiramos la masa, entre láminas antiadherentes para evitar que se pegue al rodillo, hasta dejar un grosor de unos 3-5 mm, según se prefieran galletas más crujientes o más suaves. Colocamos en las bandejas y seguimos trabajando hasta terminar.
Si se ha reblandecido mucho la masa porque hace calor, dejamos enfriar unos 15 minutos en la nevera.
Pintamos con la yema de huevo batida y cocer en el horno hasta que estén doradas, vigilando que no se quemen, unos 8-10 minutos
No hay comentarios:
Publicar un comentario