120 g de azúcar glas
400 g harina de repostería
250 g de mantequilla a temperatura ambiente
1 huevo mediano (60 g)
Elaboración
Ponemos el azúcar en la thermomix, y programamos 5/7/9, para que se convierta en azúcar glas.
Introducimos el resto de los ingredientes de la masa en el vaso y programamos 20 segundos a velocidad 6.
Retiramos la masa del vaso, la aplastamos un poco y la envolvemos en papel film, dejándola reposar de 15 a 20 minutos en el frigorífico.
Precalentamos el horno a 180º
En un lugar fresco, estiramos la masa dejándola un poco gruesa y la vamos cortando con ayuda de un cortapastas.
Vamos poniendo las galletas en una bandeja de horno forrada con papel de hornear
Cuando terminamos de preparar una bandeja de pasta, la colocamos en el frigorífico hasta que terminemos de preparar la siguiente, momento en el que meteremos la primera bandeja al horno y horneamos durante 15 minutos.
Sacamos a un rejilla y dejamos enfriar.
Como os he indicado, salen muchas galletas, por lo que es importante guardarlas bien para que no se endurezcan, yo siempre tengo a mano latas y las guardo en ellas, pero supongo que cualquier envase que cierre herméticamente puede servir.
Es importante que en el lugar donde estiréis la masa, esté fresquito, al lado de una ventana entreabierta o desde luego lejos del calor. Al llevar mucha mantequilla, la masa se ablanda y no os dejará cortarlas.
Otro asunto a tener en cuenta es que no debéis colocarlas demasiado juntas en el horno porque crecen y pierden la forma.
Están buenas para el desayuno, para el café, o para tomarlas a cualquier hora.
En un lugar fresco, estiramos la masa dejándola un poco gruesa y la vamos cortando con ayuda de un cortapastas.
Vamos poniendo las galletas en una bandeja de horno forrada con papel de hornear
Cuando terminamos de preparar una bandeja de pasta, la colocamos en el frigorífico hasta que terminemos de preparar la siguiente, momento en el que meteremos la primera bandeja al horno y horneamos durante 15 minutos.
Sacamos a un rejilla y dejamos enfriar.
Como os he indicado, salen muchas galletas, por lo que es importante guardarlas bien para que no se endurezcan, yo siempre tengo a mano latas y las guardo en ellas, pero supongo que cualquier envase que cierre herméticamente puede servir.
Es importante que en el lugar donde estiréis la masa, esté fresquito, al lado de una ventana entreabierta o desde luego lejos del calor. Al llevar mucha mantequilla, la masa se ablanda y no os dejará cortarlas.
Otro asunto a tener en cuenta es que no debéis colocarlas demasiado juntas en el horno porque crecen y pierden la forma.
Están buenas para el desayuno, para el café, o para tomarlas a cualquier hora.
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