jueves, 21 de julio de 2016

PASTEL DE CALABACIN THERMOMIX Y TRADICIONAL

Llegada la temporada de las verduras de verano, siempre trato de aprovechar su mejor momento, porque son verduras que van directamente del huerto a la cocina y que han crecido con todas las garantías que da un minihuerto familiar: nada de productos químicos, cero sulfatos, buen sol, buena tierra y suficiente agua.

Podría decir tranquilamente que en mi cocina hay festival de calabacín. Procuro que cada elaboración sea diferente para que nadie se canse de comerlo, pero es que además al ser una verdura con un 95% de agua y por tanto con un ínfimo aporte calórico, contiene fósforo, magnesio, potasio y calcio.

Este pastel es muy sencillo de hacer, se puede servir acompañado de una bechamel ligera, de una mayonesa una salsa de tomate, o como en nuestro caso, de unas gulas al ajillo porque nos gusta el contraste del pastel frío y las gulas picantes recién hechas, que dan un toque muy agradable.

Se puede preparar el día anterior, pero yo lo he hecho a mediodía para la cena y estaba en su punto de temperatura.

En cuanto al sabor, es un pastel suave y el calabacín es prácticamente imperceptible, si no se comenta, nadie adivina de que está hecho.

Ingredientes

300 g de agua
280 g de calabacín con piel
125 g de bonito en aceite
5 huevos
400 ml de leche entera
Sal
Pimienta recién molida
Spray antiadherente para untar el molde

Elaboración en Thermomix

Precalentar el horno a 180ºC.

Verter en el vaso del Thermomix 300g de agua. Colocar el recipiente Varoma con el calabacín cortado en trozos. Programar 15 minutos, Varoma, velocidad 2.

Una vez transcurrido el tiempo, vaciar el vaso y añadir el calabacín, el bonito (bien escurrido el aceite), los huevos, la leche, la sal y la pimienta. Programar 20 segundos, velocidad 4.

Engrasar un molde rectangular de silicona con spray desmoldante y rellenarlo con la mezcla anterior.

Hornear a 180ºC durante 40 minutos, calor arriba y abajo.

La receta de la Thermomix, aconseja que se haga al baño María, pero mi horno se resiste a darme la satisfacción de hacer en un tiempo razonable cualquier cosa al baño María, así que lo hago directamente en el molde y sale estupendo, aunque lo tengo 40 minutos en lugar de los 30 que debería estar al baño María.

Si lo hacéis al baño María, cuando hayan pasado los 30 minutos, para que se termine de cuajar, retirar el agua de la bandeja y volverlo a hornear durante otros 30 minutos más o hasta que se haya despegado perfectamente de las paredes del molde.

Una vez cuajado, dejarlo enfriar y mantenerlo en el frigorífico hasta el momento de servir. (Yo lo he servido a temperatura ambiente).

Elaboración tradicional

Para los que no tengáis Thermomix, la elaboración es igualmente sencilla

Tendréis que echar mano de un robot de cocina más sencillo, pero que igualmente bata y triture, y yo creo que eso, lo hace hoy cualquier batidora de mano que tenga un par de varillas.

Para preparar el calabacín, os ayudáis de una cazuela en la que habitualmente hagáis las verduras al vapor. No os puedo indicar el tiempo, pero si advertiros que el calabacín tiene que quedar “al dente”, no demasiado hecho porque luego terminará de hacerse en el horno con el resto de los ingredientes.

Cuando esté hecho, lo escurrís bien y lo reserváis.

Abrís tarro de bonito en aceite y lo escurrís bien, procurando que no quede nada en el bonito (esta aceite, la suelo guardar y luego la utilizo el día que hago ensaladilla rusa para aliñarla), el bote que yo utilicé tenía 15 gr. más pero igualmente salió rico el pastel.

En un recipiente amplio, ponéis el calabacín, el bonito, los huevos, la leche, la sal y la pimienta, y lo batís hasta que todo esté bien integrado.

El resto de los pasos, seguís el mismo procedimiento que el hecho en la Thermomix.

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