viernes, 22 de julio de 2016

FOCACCIA DE CEBOLLA, TOMATE CHERRY Y SALMÓN AHUMADO




Ingredientes

325 g de harina de fuerza
150 g de harina de trigo
250 ml de agua tibia
9 g de levadura fresca
8 g d sal
1,5 c/s de aceite de oliva virgen extra
2 c/s de aceite de oliva
Unas ramitas de romero
1 cebolla grandecita en gajos finos
unos tomatitos cherry
dos o tres filetes de salmón ahumado.

Elaboración

Lo primero que he hecho, fue aromatizar el aceite con unas ramitas de romero fresco del que tengo en el huerto, pero podéis aromatizarla con orégano o cualquier otra hierba que os guste. Puse una cucharada y media (sopera) y le añadí un par de ramitas pequeñas de romero y lo removí un poco. Lo tuve así durante todo el proceso de la elaboración de la focaccia, hasta el momento de incorporarlo.

En un bol grande ponemos la harina de fuerza, la harina de trigo, la sal y lo mezclamos todo. Hacemos un hueco en el centro, como si fuera un volcán, y vertemos un poquito de agua tibia. Desmenuzamos la levadura fresca y mezclamos, mientras que vamos incorporando la harina de alrededor y vamos echando poco a poco el agua restante.

Echamos un chorrito de aceite de oliva virgen extra y seguimos amasando. Cuando veamos que ya se queda un poco seca, es el momento de echar la masa sobre la superficie y seguir amasando a la vez que incorporamos la harina que no se había integrado hasta ese momento. Amasamos estirando y recogiendo la masa, hasta que toda la harina haya sido absorbida y nos quede una masa fina y elástica. Debemos amasar entre 10 y 15 minutos aproximadamente, dependiendo de cómo veamos la masa. Se puede hacer lo mismo en amasadora o Thermomix, es bastante más rápido, aunque a mí personalmente, me encanta y me relaja amasar.

Espolvoreamos un poco de harina en el mismo bol donde habíamos mezclado todos los ingredientes, e introducimos la masa. Tapamos con un trapo o con papel film. La receta por la que me he guiado dice que la dejemos reposar hasta que doble su volumen, más o menos una hora aproximadamente. En esta ocasión, yo la he dejado reposar unas 4 horas y creo que ha merecido la pena, la masa ha crecido más del doble, ha quedado más esponjosa y más rica.

Con un chorrito de aceite y con ayuda de una brocha de silicona, pintamos tanto el fondo como los laterales de la fuente de horno donde vamos a hornear nuestra focaccia. Puede ser en cualquier fuente apta para horno. Yo he utilizado una bandeja de aluminio de 25 x 38.

Colocamos la masa en la fuente. La extendemos con los dedos hasta cubrir toda la superficie, estirándola pero sin que los dedos lleguen al fondo. Rociamos con el aceite que hemos aromatizado con el romero, y repartimos a la vez que metemos las yemas de los dedos en la masa, - pero insisto -, sin que los dedos lleguen al fondo.

Cortamos unas tiras de cebolla finita y la distribuimos por toda la superficie de la focaccia, - en casa gusta mucho la cebolla- así que prácticamente he puesto una capa de cebolla, y luego hice rodajitas de tomate cherry y aunque tenía pensado ponerle anchoas, me pidieron que la hiciera de salmón. Así lo hice, pero creo que con anchoas hubiera quedado más rica porque el salmón es del que viene fileteado y se ha secado mucho; terminamos poniendo por encima un poco de sal maldón. Echamos un chorrito generoso de aceite de oliva y mezclamos. Tapamos con un paño y dejamos reposar 30 minutos más.

Horneamos a 220ºC durante 40 minutos o hasta que esté ligeramente dorada. Ya sabéis que cada horno es un mundo, id probando tiempos empezando por 25 minutos y observando. Mi focaccia, necesitó 40.






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