Habitualmente, hago los bizcochos con pocos huevos -aunque el que más gusta en casa es el de claras-, y les suelo añadir cacao, frutos secos, manzana, calabacín o calabaza.
Tenía ganas de hacer un bizcocho de los de toda la vida y hoy fue el momento. Sin duda es un bizcocho para compartir con mucha gente, pero como por aquí siempre hay algún voluntario que se presta a tomar un café, a buen seguro que no dura demasiado tiempo.
Ingredientes
6 huevos
300 ml de aceite de girasol
500 ml de leche
400 gr de azúcar (Yo suelo poner poco azúcar, así que si os gusta dulce poner 500 gr)
1 cucharada de vainilla (le podéis poner jugo de naranja, ralladura de naranja o limón o canela)
750 gr de harina de repostería
3 sobres dobles de gaseosa Litines (Mercadona), o Armisén (o 2 sobres de levadura Royal)
Elaboración Tradicional
Tamizar la harina junto a con las gaseosas y reservar.
Batir los huevos con una batidora de varillas, mejor si están a temperatura ambiente.
Echar el aceite poco a poco sin dejar de batir.
Añadir la leche, el azúcar, y el aromatizante. Batir.
Incorporar la harina y los sobres de gaseosa, sin dejar de remover pero envolviendo delicadamente la masa.
Colocar la masa en un molde grande, forrado con papel.
Espolvorear con azúcar normal como hacéis cuando preparáis magdalenas, es decir, generosamente.
Meterlo en el horno a 160°, previamente precalentado, arriba y abajo, durante 70 minutos. Pincharlo con un palillo para aseguraros de que está bien hecho.
No abráis el horno antes de que haya pasado una hora. Mi molde es de 25 x 35. Tuve que forrarlo dejando que el papel rebosara sobre el borde unos 5/7 cm. porque sale una cantidad de masa enorme y tuve miedo de que rebosara. Llegó justo al límite, por eso mi consejo es que dejéis un buen trozo de papel que sobresalga del molde.
El mío tuvo suficiente con los 70 minutos, pero ya sabéis que cada horno es un mundo, comprobad bien la cocción antes de sacarlo del horno.
En la foto, yo ya había recortado el papel para que se viera el aspecto del bizcocho.
Dejad enfriar sobre una rejilla.
Elaboración en Thermomix
Poner la harina en el vaso con las gaseosas y mezclar a velocidad 6 durante 10 segundos. Reservar.
Poner la mariposa. Batir los huevos 3 minutos a velocidad 2.
Añadir el aceite. Batir 3 minutos a velocidad 2.
Añadir el azúcar. Batir 3 minutos a velocidad 2.
Quitar la mariposa. Añadir la leche y el aromatizante, en mi caso, vainilla. Batir 1 minuto a velocidad 2.
Añadir la harina reservada con las gaseosas, e integrarlo en la masa unos 15 segundos a velocidad 6.
En este punto tengo que haceros una observación: La Thermomix, está prácticamente llena, así que a medida que vais volcando la harina en el vaso, ir removiendo con mucho cuidado la harina para que entre toda y luego poder programar los 15 segundos. Aún así, el vaso queda rebosante, con lo cual y ante el riesgo de que parte de la masa se me derramara, para llenar la primera parte del molde, me ayudé de una cuchara grande de servir.
Si al momento de ponerla en el molde veis que no se ha integrado toda la harina, terminar de mezclarla con una espátula.
Colocar la masa en un molde grande, forrado con papel.
Espolvorear con azúcar normal como hacéis cuando preparáis magdalenas, es decir, generosamente.
Meterlo en el horno a 160°, previamente precalentado, arriba y abajo, durante 70 minutos. Pincharlo con un palillo para aseguraros de que está bien hecho.
No abráis el horno antes de que haya pasado una hora. Mi molde es de 25 x 35. Tuve que forrarlo dejando que el papel rebosara sobre el borde unos 5/7 cm. porque sale una cantidad de masa enorme y tuve miedo de que rebosara. Llegó justo al límite, por eso mi consejo es que dejéis un buen trozo de papel que sobresalga del molde.
El mío tuvo suficiente con los 70 minutos, pero ya sabéis que cada horno es un mundo, comprobad bien la cocción antes de sacarlo del horno.
En la foto, yo ya había recortado el papel para que se viera el aspecto del bizcocho.
Dejad enfriar sobre una rejilla.
deliciosoooooooooooooo
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