Ingredientes
500 g de harina integral de espelta
15 g de sal
20 g de aceite de oliva virgen extra
10 g de levadura fresca o (3 g de levadura seca)
350 g de agua tibia
Elaboración
Disolvemos 10 g de levadura fresca en 350 ml de agua tibia.
Mezclamos con ayuda de un tenedor hasta que se haya disuelto.
Dejamos reposar durante 5 minutos.
En un bol grande tenemos 500 g de harina integral de espelta.
Incorporamos 15 g de sal y mezclamos con las manos.
Añadimos 20 g de aceite de oliva virgen extra en el agua que teníamos reservada junto a la levadura. Con ayuda de un tenedor vamos incorporando los líquidos a la harina. Lo hacemos poco a poco a la par que mezclamos.
Una vez que veamos que con el tenedor no avanzamos es hora de meter las manos y seguir mezclando hasta que se haya integrado toda la harina.
No es necesario amasar, simplemente mezclar.
Nos quedará una masa pegajosa y muy poco elástica. Se irá amasando sola gracias a los reposos. Tapamos y dejamos reposar la masa 15 minutos.
Pasados los 15 minutos, destapamos y le hacemos 5 o 6 pliegues, lo justo para plegar todos los lados de la masa. Volvemos a tapar y dejamos reposar otros 15 minutos.
Destapamos nuevamente y volvemos a plegarla. La masa ya estará más maleable, menos pegajosa y más elástica. Tapamos nuevamente, es la tercera vez que reposa 15 minutos.
La masa ya se deja manejar sin ninguna dificultad.
Doblamos nuevamente y tapamos otros 15 minutos. Será la cuarta y última vez.
Enharinamos la superficie de trabajo para evitar que la masa se nos pegue a la mesa y volcamos la masa en ella.
La aplastamos ligeramente con las manos y la enharinamos.
Con ayuda de un rodillo vamos a estirarla.
Hemos de hacer un rectángulo de la misma longitud que el molde donde vamos a hornear el pan.
Enrollamos la masa y la colocamos en el interior del molde (previamente pintado con aceite) con el cierre del rollo hacia abajo.
Tapamos y dejamos reposar durante un par de horas, hasta que su volumen haya duplicado o sobrepasado el molde, si es del tamaño adecuado.
Nuestro pan ya ha levado. Lo pintamos con aceite.
Tenemos el horno precalentado a 200 ºC, introducimos el pan e inmediatamente bajamos la temperatura a 180 ºC.
Horneamos durante 40 minutos.
Pasado el tiempo lo sacamos del horno, dejamos que se enfríe 5 minutos y lo desmoldamos.
Es importante desmoldarlo para que no se humedezca dentro del molde.
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