En este caso, la razón es obvia. Durante un tiempo, en casa fuimos seis comensales, por lo que comprar una merluza no era algo disparatado, se hacía al horno, rellena, a la romana o como hoy con guisantes.
Al ser únicamente dos a la hora de comer a diario, lógicamente las cantidades se reducen, así que lo que hago es que suelo comprar la mitad de la merluza, y como me gusta la parte cerrada, suelo comprar la cola. Parte de ella, la hago en rodajas y la parte de atrás que es muy jugosa, la dejo un poco más grandecita y la congelo. Hoy tenía dos y decidí recuperar este plato, muy sencillo pero muy rico.
Ingredientes
1 cola de merluza de poco más o menos 600 gramos, o dos pequeñas como es el caso.
3 cucharadas de aceite de oliva virgen
100 g de cebolla
1 ajo
1/2 cajita de tacos de jamón
1/2 cucharada rasa de harina
1/2 vaso de vino blanco
1 pastilla de caldo de pescado
Agua
Sal
300 gramos de guisantes congelados
Elaboración
Cortamos la cebolla en brunoise y el ajo menudito y lo rehogamos con el aceite a fuego bajo para evitar que se doren.
Cuando la cebolla y el ajo estén pochados, añadimos el jamón y rehogamos.
Rehogamos ahora la harina
Añadimos el vino blanco, y mezclamos bien.
Diluimos la pastilla de caldo en agua y la agregamos a la mezcla. Debemos comprobar, que la cantidad de líquido, cubra hasta la mitad la cola de la merluza.
Colocamos la merluza y los guisantes, como la pastilla de caldo suele venir con sal, comprobamos el punto y si fuera necesario añadimos más sal.
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