400 g de azúcar (y algo más para espolvorear)
La piel de un limón sin la parte blanca
4 huevos
340 g de leche entera o semidesnatada
250 g de aceite de girasol
540 g de harina de repostería
1sobre de levadura química en polvo y media cucharadita de bicarbonato
Elaboración
Precalentamos el horno a 180ºC. Vamos colocando las cápsulas de papel en un molde de 12 magdalenas.
Ponemos el azúcar y la piel de limón en el vaso y pulverizamos 30 seg/velocidad 10, o hasta que veamos que la piel está totalmente integrada y molida con el azúcar. Ayudándonos de una espátula separamos del fondo y de las paredes del vaso
Incorporamos los huevos. Mezclamos 2 min/37°C/velocidad 5. Repetimos la operación pero sin temperatura
Añadimos la leche y el aceite de girasol. Mezclamos 10 seg/velocidad 5.
Agregamos la harina y la levadura química y el bicarbonato una vez que lo hayamos tamizado. Mezclamos 15 seg/velocidad 4. Como es mucha harina, es posible que no quede bien mezclado, comprobáis, y si si es así, volvéis a ponerle de 5 en 5 segundos a la misma velocidad hasta que veáis que está integrada.
Colocamos en una manga pastelera grande (salen 42 magdalenas) y la llevais al frigorífico durante unas horas.
Llenamos con la masa ¾ partes de cada una de las cápsulas de papel preparadas.
Espolvoreamos con azúcar y colocamos en el horno (180ºC) durante 25 minutos aproximadamente. Comprobamos, si ese es el punto de cocción que nos gusta y si quedan demasiado pálidas, añadimos unos minutos más, siempre vigilando.
Retiramos del molde de las magdalenas, y continuamos rellenando capsulas, hasta terminar con el resto de la masa. Horneamos el mismo tiempo que hemos tenido la hornada anterior.
Dejamos enfriar las magdalenas y guardamos en un recipiente hermético para evitar que se sequen.
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