En mi tierra se dice que la curiosidad mató al gato, yo sigo siendo curiosa, me encanta aprender cualquier cosa y esto de la cocina, no es una excepción, nunca es tarde para aprender y experimentar.
Yo os cuento como la he hecho. Ha resultado ser un plato ideal para el verano, muy refrescante y saludable, convertido en crema.
Hoy ha tocado pues, sopa Borsch.
Últimamente se ha hablado mucho de ella debido a los acontecimientos que vienen ocurriendo en Ucrania. El chef José Andrés repartió Borsch entre los refugiados del conflicto, y el plato se ha incluido en la lista de posibles bienes para ser declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco.
El Borsch está considerado el plato nacional de Ucrania por su población y es una receta típica en Rusia y otros países europeos, llegando incluso al continente americano con los procesos migratorios.
El ingrediente base es la remolacha junto a una proteína (en mi caso la he sustituido por un caldo de carne). La remolacha es el ingrediente estrella y es la que le da su color característico. Ambos se cocinan con otros elementos pero se le añaden o quitan ingredientes dependiendo del hogar y del país donde se elabora.
Se puede tomar fría en verano o caliente, para combatir las bajas temperaturas del invierno. La consistencia también puede cambiar: desde un caldo ligero hasta una preparación más suave, como es mi caso, convirtiéndola en una crema. Lo que nunca varía, es la remolacha como base.
Ingredientes
1/2 kg de boniato pelado y cortado en rodajas
1/2 kg de calabaza, cortada en trozos pequeños
1 zanahoria mediana
1 cebolla mediana
Caldo de carne
Sal
El zumo de medio limón
1 cucharada de azúcar
1/2 kg de remolacha cocida. (Por lo general se encuentra en las grandes superficies).
Leche
Hoy ha tocado pues, sopa Borsch.
Últimamente se ha hablado mucho de ella debido a los acontecimientos que vienen ocurriendo en Ucrania. El chef José Andrés repartió Borsch entre los refugiados del conflicto, y el plato se ha incluido en la lista de posibles bienes para ser declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco.
El Borsch está considerado el plato nacional de Ucrania por su población y es una receta típica en Rusia y otros países europeos, llegando incluso al continente americano con los procesos migratorios.
El ingrediente base es la remolacha junto a una proteína (en mi caso la he sustituido por un caldo de carne). La remolacha es el ingrediente estrella y es la que le da su color característico. Ambos se cocinan con otros elementos pero se le añaden o quitan ingredientes dependiendo del hogar y del país donde se elabora.
Se puede tomar fría en verano o caliente, para combatir las bajas temperaturas del invierno. La consistencia también puede cambiar: desde un caldo ligero hasta una preparación más suave, como es mi caso, convirtiéndola en una crema. Lo que nunca varía, es la remolacha como base.
Ingredientes
1/2 kg de boniato pelado y cortado en rodajas
1/2 kg de calabaza, cortada en trozos pequeños
1 zanahoria mediana
1 cebolla mediana
Caldo de carne
Sal
El zumo de medio limón
1 cucharada de azúcar
1/2 kg de remolacha cocida. (Por lo general se encuentra en las grandes superficies).
Leche
1 brick de 200 g de nata (puse leche desnatada)
Yogur griego para acompañar (opcional)
Elaboración
Es un plato que se puede preparar de forma tradicional, poniendo, todos los ingredientes a cocer juntos, exceptuando el zumo de limón, la cucharada de azúcar y la leche. Para mi, y teniendo en cuenta que estamos en verano, la thermomix es mi auxiliar de cocina indispensable, me evita perder el tiempo, pasar calor y hace sola prácticamente todo el proceso. Os cuento como la hice.
Colocamos en la thermomix, el boniato en rodajas, la calabaza, la zanahoria troceados y la cebolla entera.
Cubrimos todos estos ingredientes con caldo de carne y le añadimos sal. Poca, porque el caldo ya tiene sal. Programamos la thermomix 40 minutos, temperatura varoma y velocidad 1.
Tenéis que tener en cuenta que por lo general el boniato es un tubérculo más duro que la patata, o al menos el mío lo era, pero si encontráis boniato tierno, podéis probar a poner únicamente 30 minutos y en caso que no estuviera hecho añadir más tiempo.
A mitad de la cocción por el bocal, añadimos el zumo del medio limón y la cucharada de azúcar.
Hecho este primer paso, retiramos la cebolla.
Añadimos entonces la remolacha (la encontré en el super ya cocida), y trituré todo en velocidad progresiva, 5/7/10, hasta conseguir una crema de una textura fina.
Sacamos de la Thermomix y colocamos en un túper para que temple. En mi caso, como la hice como primer plato para el día siguiente, la puse en el frigorífico y le añadí la leche al momento de consumirla. La leche que tengo en casa es desnatada, así que le añadí un brick de 200 g de nata, pero eso es opcional, simplemente podéis poner leche entera para que la mezcla quede cremosa.
La cantidad de leche, es a criterio del cocinero, según queramos que la crema quede más o menos espesa.
Yo la he tomado con yogur griego, pero es algo opcional, aunque en los países de origen de la receta, lo hacen con nata agria, aquí no se encuentra con facilidad. A mi me encanta el yogur y para mi ha sido un sustituto perfecto, la remolacha tiene un sabor dulzón y el yogur hace la crema mucho más apetitosa. Una prueba de ello es que el jefe de la casa, no es muy amigo de la verdura en general y la ha comido estupendamente, al estar solos los dos, nos ha durado para tener primer plato dos días.
Yogur griego para acompañar (opcional)
Elaboración
Es un plato que se puede preparar de forma tradicional, poniendo, todos los ingredientes a cocer juntos, exceptuando el zumo de limón, la cucharada de azúcar y la leche. Para mi, y teniendo en cuenta que estamos en verano, la thermomix es mi auxiliar de cocina indispensable, me evita perder el tiempo, pasar calor y hace sola prácticamente todo el proceso. Os cuento como la hice.
Colocamos en la thermomix, el boniato en rodajas, la calabaza, la zanahoria troceados y la cebolla entera.
Cubrimos todos estos ingredientes con caldo de carne y le añadimos sal. Poca, porque el caldo ya tiene sal. Programamos la thermomix 40 minutos, temperatura varoma y velocidad 1.
Tenéis que tener en cuenta que por lo general el boniato es un tubérculo más duro que la patata, o al menos el mío lo era, pero si encontráis boniato tierno, podéis probar a poner únicamente 30 minutos y en caso que no estuviera hecho añadir más tiempo.
A mitad de la cocción por el bocal, añadimos el zumo del medio limón y la cucharada de azúcar.
Hecho este primer paso, retiramos la cebolla.
Añadimos entonces la remolacha (la encontré en el super ya cocida), y trituré todo en velocidad progresiva, 5/7/10, hasta conseguir una crema de una textura fina.
Sacamos de la Thermomix y colocamos en un túper para que temple. En mi caso, como la hice como primer plato para el día siguiente, la puse en el frigorífico y le añadí la leche al momento de consumirla. La leche que tengo en casa es desnatada, así que le añadí un brick de 200 g de nata, pero eso es opcional, simplemente podéis poner leche entera para que la mezcla quede cremosa.
La cantidad de leche, es a criterio del cocinero, según queramos que la crema quede más o menos espesa.
Yo la he tomado con yogur griego, pero es algo opcional, aunque en los países de origen de la receta, lo hacen con nata agria, aquí no se encuentra con facilidad. A mi me encanta el yogur y para mi ha sido un sustituto perfecto, la remolacha tiene un sabor dulzón y el yogur hace la crema mucho más apetitosa. Una prueba de ello es que el jefe de la casa, no es muy amigo de la verdura en general y la ha comido estupendamente, al estar solos los dos, nos ha durado para tener primer plato dos días.
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