8 jamoncitos de pollo de buen tamaño
2 dientes de ajo (con el germen retirado)
1 pastilla de caldo de pollo
El jugo de un buen limón
70 g de vino blanco
3 cucharadas de aceite de oliva
1 ramita de perejil
Pimienta (al gusto)
Sal (al gusto)
1/2 cucharadita de pimentón
Una cebolla de ensalada (no es necesario ponerla toda)
2 patatas
Unos tomatitos cherry si tenéis, y si no es así, ponéis unas rodajitas finas de tomate para colocar entre los muslitos, que es lo que yo hice. El tomate, aportará mucho jugo y sabor.
Elaboración
Limpiamos bien los jamoncitos, los lavamos y dejamos escurrir bien.
Con ayuda de una mandolina, cortamos unas rodajas de cebolla muy finas para cubrir la bandeja de horno en la que lo vais a poner en el horno (siempre es mejor poner menos que pasarse)
Con la mandolina también, cortamos en rodajas muy finas una o dos patatas, según el tamaño de la bandeja que vais a utilizar. Las colocáis bien distribuidas sobre la cebolla y les ponéis sal y una cucharada de aceite, como veis en la imagen.
Colocáis encima los muslitos de pollo.
En el vaso de la batidora ponéis, los ajos, la pastilla de caldo, el jugo de limón, las 2 cucharadas de aceite que nos quedan, el perejil, el pimentón, la pimienta, la sal y el vino blanco. Volcáis sobre todo lo que tenéis en la fuente, repartiéndolo proporcionalmente.
Horneáis a 230º primero 25 minutos y dais la vuelta a los muslitos. Una vez dada la vuelta, volvéis a llevarlos al horno otros 20/25 minutos según os gusten de tostaditos. Quedan muy jugosos y muy ricos y la salsa está increible.
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