Blog de cocina familiar, pensado sobre todo, para que mis hijos tengan a mano las recetas que se hacen en casa.
domingo, 17 de abril de 2016
PAN SIN AMASADO EN COCOTTE
Sigo haciendo experimentos con el pan casero. Tenía ganas de hacer pan en cocotte, aunque me resistía porque las cocottes que me gustaban, excedían de un presupuesto razonable para emplearlas únicamente en hacer pan ocasionalmente.
Finalmente encontré una cocotte con el precio justo, aunque de menos valor estético, pero igualmente válida para la función a que voy a destinarla, y hoy, he hecho el debut con una hogaza sin amasado.
Ingredientes
500 grs. de harina de fuerza
10 grs. de sal (cucharadita y media)
6 grs. de levadura fresca de panadería (podemos sustituir por 2 gr. de levadura seca)
325 ml. de agua (tuve que poner un pelín más)
Semillas de girasol, calabaza, sésamo y amapola (hoy, no le puse ninguna)
Preparación:
En un bol, mezclamos la harina, la levadura (tanto si es fresca, como si es seca) y la sal. Añadimos el agua, y con la mano mezclamos todo bien, hasta formar una masa, pegajosa, lo mismo da, porque no vamos a hacer nada más con ella, salvo dejarla en el bol, tapada con papel film, reposando durante 12 horas a temperatura ambiente.
Hasta aquí la receta que yo encontré, aunque hice algunas variaciones, siguiendo los consejos de un vídeo que vi de Iban Yarza: le hice 5 plegados después del amasado, por dos veces, y como lo hice el día anterior por la tarde, lo dejé en la nevera toda la noche.
Pasadas el tiempo de reposo, espolvoreamos la zona de trabajo con un poco de harina y volcamos la masa. Se aplasta, desgasádola un poco, se le da forma de rectángulo, y se dobla longitudinalmente hacia el centro de la masa, un lado y luego el otro. Después, transversalmente, se hace lo mismo, doblar un lado hacia el centro y después el otro. Quedará como un sobre. Voleamos un poco para redondearlo con mucho cuidado y lo colocamos en un banetón redondo, que hemos enharinado y en el que hemos puesto semillas si así lo queremos.
Se pone la masa, con los dobleces abajo, tocando la harina y las semillas. Se tapa con un trapo de hilo o algodón, y se deja fermentar 2 horas a temperatura ambiente.
Cuando falte un cuarto de hora o así, vamos encendiendo el horno y metemos en él la cocotte tapada y vacía a 250ºC.
Pasadas las dos horas de fermentación de la masa, volcamos el pan del cestillo a la cocotte (con cuidado al sacarla del horno y al manejar tanto la cocotte como la tapa, porque quemarán mucho). Ahora los dobleces quedarán arriba, junto con la harina y las semillas que se habrán quedado pegadas.
No es necesario greñar el pan, porque se abrirá por los propios dobleces cuando crezca al cocerse en el horno.
Se tapa la cocotte y se deja cocer tapada unos 15-20 minutos.
Abrimos el horno, y bajamos la temperatura del horno a 200ºC. Retiramos la tapa y dejamos cocer otros 30 minutos. Si se quiere más tostado, dejar un poco más. Mi horno calienta muy bien, así que pasados 15 minutos de cocción con el horno a 200º, tuve que poner un papel de aluminio para evitar que la corteza se quemara
Si queremos una corteza más crujiente, dejamos dentro del horno ya apagado unos 10 minutos más.
Sacar de la cocotte el pan y dejarlo enfriar sobre una rejilla, al menos una hora antes de comerlo si es que queréis notar ese puntito de pan recién hecho. Si resistís la tentación de probarlo, con un poco más tiempo de reposo, estará mejor.
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