martes, 24 de mayo de 2016

FOCACCIA DE CEBOLLA, SARDINILLAS Y ACEITUNAS, AL AROMA DE ROMERO


De siempre he disfrutado haciendo masas: empanadas, brioches, suizos, panes…hoy tocaba experimentar con la Focaccia.

Todo lo que huela a cocina italiana me gusta. Me encantan todas las modalidades de pasta, cómo trabajan las verduras, los postres. En el antipasto, suelen incluir focaccia, según el sitio puede tener tomatitos cherry, cebolla, queso, cualquier cosa, es una estupenda forma de comenzar una comida o de hacer un picoteo. Hoy pongo una sencilla focaccia que puede hacerse con ingredientes que todos solemos tener en casa.

Ingredientes

325 g de harina de fuerza
150 g de harina de trigo
250 ml de agua tibia
9 g de levadura fresca
8 g d sal
1,5 c/s de aceite de oliva virgen extra
2 c/s de aceite de oliva
Unas ramitas de romero
1 cebolla grandecita en gajos finos
1 lata pequeña de aceitunas rellenas
1 lata pequeña de sardinillas

Elaboración

Lo primero que he hecho, fue aromatizar el aceite con unas ramitas de romero fresco del que tengo en el huerto, pero podéis aromatizarla con orégano o cualquier otra hierba que os guste. Puse una cucharada y media (sopera) y le añadí un par de ramitas pequeñas de romero y lo removí un poco. Lo tuve así durante todo el proceso de la elaboración de la focaccia, hasta el momento de incorporarlo.

En un bol grande ponemos la harina de fuerza, la harina de trigo, sal y lo mezclamos todo. Hacemos un agujero en el centro, como si fuera un volcán, y vertemos un poquito de agua tibia. Desmenuzamos la levadura fresca y mezclamos, mientras que vamos incorporando la harina de alrededor y vamos echando poco a poco el agua restante.

Echamos un chorrito de aceite de oliva virgen extra y seguimos amasando. Cuando veamos que ya se queda un poco seca, es el momento de echar la masa sobre la superficie y seguir amasando a la vez que incorporamos la harina que no se había integrado hasta ese momento. Amasamos estirando y recogiendo la masa, hasta que toda la harina haya sido absorbida y nos quede una masa fina y elástica. Debemos amasar entre 10 y 15 minutos aproximadamente, dependiendo de cómo veamos la masa. Se puede hacer lo mismo en amasadora o Thermomix, es bastante más rápido, aunque a mí personalmente, me encanta y me relaja amasar.
Espolvoreamos un poco de harina en el mismo bol donde habíamos mezclado todos los ingredientes, e introducimos la masa. Tapamos con un trapo o con papel film, y dejamos reposar hasta que doble su volumen, más o menos tardará una hora aproximadamente.

Con un chorrito de aceite y con ayuda de una brocha de silicona, pintamos tanto el fondo como los laterales de la fuente de horno donde vamos a hornear nuestra focaccia. Puede ser en cualquier fuente de horno: pírex, antiadherente, desechable… o como en mi caso una bandeja de aluminio de 22 x 34 que suelo utilizar para hacer el brazo de gitano.

Colocamos la masa en la fuente. La extendemos con los dedos hasta cubrir toda la superficie, estirándola pero sin que los dedos lleguen al fondo. Rociamos con el aceite que hemos aromatizado con el romero, y repartimos a la vez que metemos las yemas de los dedos en la masa, - pero insisto -, sin que los dedos lleguen al fondo.

Cortamos unas tiras de cebolla finita y la distribuimos por toda la superficie de la focaccia, hacemos lo mismo con las sardinas y las aceitunas, y terminamos poniendo por encima un poco de sal maldón. Echamos un chorrito generoso de aceite de oliva y mezclamos. Tapamos con un paño y dejamos reposar 30 minutos más.

Horneamos a 220ºC durante 25 minutos o hasta que esté ligeramente dorada. Cuando la he comido de la Tagliatela, la sirven cortada en tiras.

Ingredientes
Masa terminada
Reposo
Después del reposo
Focaccia formada

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