domingo, 13 de agosto de 2023

COMO REEMPLAZAR LA HARINA DE TRIGO EN UNA RECETA. EQUIVALENCIAS ENTRE LAS DISTINTAS HARINAS

La harina es uno de los productos más utilizados en la cocina. Desde un delicioso bizcocho o una pasta fresca la harina es un ingrediente esencial.

Habitualmente se utiliza la harina de trigo como la estándar en la mayoría de recetas, aunque en realidad hay varios tipos de harina que podemos utilizar. La harina de garbanzos 
es un ingrediente que se ha puesto de moda últimamente y da resultados espectaculares con las frituras, así como la  harina de espelta, que rivaliza sin problema con la harina de trigo.

A pesar de ello, solemos utilizar harina de trigo en la mayoría de nuestras recetas. Lo que ocurre es que en ocasiones no podemos o no queremos consumir este tipo de harina, ya sea por alguna enfermedad o por una opción alimentaria.

Para todos aquellos que busquen alternativas a la harina de trigo tradicional, hoy os traemos unas cuantas alternativas para que nadie se quede fuera. Son ingredientes sencillos de encontrar en las tiendas y supermercados habituales, así que solo necesitamos saber como cambiarlos.

Maizena como sustituto

La maicena o harina de maíz es un sustituto perfecto para harina de trigo, sobre todo en repostería. En este caso las medidas son bastante simples, basta con cambiar una taza de harina de trigo por una taza de harina de maíz. Con esta equivalencia, el resultado será el mismo.

En el caso de que queramos mezclar ambas para rebajar la harina de trigo, si una receta nos pide 150 g de harina de trigo, mezclaremos 20 g de maicena con 130 g de harina de trigo. Lo mezclamos todo en un bol, calculando bien las medidas, lo removemos hasta que los ingredientes estén integrados y después tamizamos para que quede unida y aireada, lo que nos dará un resultado final espectacular. Las cantidades se pueden adaptar a lo que nos pida la receta, siempre en la misma proporción.


Otros sustitutos de la harina de trigo. Proporciones y medidas

La maicena es el sustituto más conocido para la harina de trigo, pero podemos usar otras harinas que también dan resultados espectaculares.



Harina de arroz: La harina de arroz es un sustituto estupendo cuando no queremos utilizar harina que contenga gluten. Para ello cambiaremos 150 g de harina de trigo por 130 g de harina de arroz, y seguiremos esta equivalencia en proporción. Es una harina perfecta para flanes, pasteles y otros postres que no requieran demasiada consistencia. Si la vamos a usar en postres o platos consistentes, es mejor mezclarla con otras harinas.

Harina de quinoa: La harina de quinoa tiene un sabor muy fuerte, con un regusto a avellana. En este caso la proporción es inferior, cambiaremos una taza de harina de trigo por media de quinoa. Es una harina genial para combinar con chocolate.


Harina de avena: Esta harina es un sustituto estupendo sobre todo en repostería. Para ello cambiaremos 150 g de harina de trigo por 75 g de harina de avena y cucharadita tipo postre de levadura química o polvo de hornear, y seguiremos esta equivalencia en esta proporción.

Harina de castaña: Es una harina muy densa que se debe juntar con féculas o harina de arroz, pero aporta un sabor excepcional a los platos.

Harina de lenteja verde: Esta harina es perfecta para la elaboración de salsas blancas o como mezcla con otras harinas para hacer galletas y bizcochos. Tiene un sabor dulce con un toque a frutos secos y es muy digerible.

Féculas y almidones sin gluten: Las féculas se utilizan mucho para ligar salsas o cremas, siendo las más utilizadas las féculas de patata, maíz y tapioca. Por si sola no produce grandes resultados, pero si la juntamos con maicena o harina de castaña, es una combinación perfecta.

En resumen… ¿Se puede cambiar sin problema la harina de trigo?

Y es que tal como esta el mundo con el tema de los alérgenos, es post tenía que estar en Recetas de Rechupete. Espero que este recopilatorio a modo de resumen te ayude a tener más ideas para variar tus recetas.

Sustituir una harina de trigo refinada convencional por harinas procedentes de semillas libres de gluten y con una mejor composición nutricional (por ejemplo, la castaña, el garbanzo o la lenteja) en diferentes porcentajes que recomendamos, afecta sin duda al crecimiento de las masas durante su horneado. La humedad, la actividad y papel del agua al quitar la acción del gluten de la harina de trigo deja una masa más plana (desaparecen los copetes en las magdalenas o el aspecto del bizcocho) y menos elástica, aunque el sabor sea de rechupete.

A nivel visual las pruebas que hemos realizado con alguna de estas harina al sustituir la harina de trigo, por ejemplo, al hacer magdalenas (dónde el tiempo de horneado es bajo) se ve fuertemente influenciadas por el color original de las harinas utilizadas. Pero es sabor (lo más importante) no varía mucho, con lo que os animo a que si sois celiacos o tenéis una intolerancia os metáis en la cocina a experimentar. Y sobre todo, que compartáis con nosotros vuestros resultados. Ayudaréis a toda la comunidad que tenga este problema.

Tenemos que tener en cuenta que sustituir el 100% de la harina de trigo que tiene gluten por otras harinas sin gluten, puede variar la textura de algunas recetas (como por ejemplo un bizcocho o tarta). El gluten da esponjosidad a las masas, otorga textura, consistencia y actúa como agente absorbente.

La recomendación para este tipo de recetas donde necesitamos estructura o textura como un bizcocho o pan y no tengamos gluten, sería mezclar con algún preparado de harina panificable sin gluten con la harina del tipo elegido, puesto que la textura puede variar muchísimo.

Las equivalencias son:
Harina integral de trigo: Por cada taza de harina de trigo, pondremos una taza de harina integral de trigo.

Harina de trigo sarraceno: Por cada taza de harina de trigo, pondremos una taza de harina de trigo sarraceno.

Harina de espelta: Por cada taza de harina de trigo, pondremos una taza de harina de espelta.

Harina de algarroba: Por cada taza de harina de trigo, pondremos una taza de harina de algarroba o de mezcla de harinas sin gluten en la misma proporción (coco, almendras, maíz…), pues suele ser un ingrediente que se suele emplear para harinas para celíacos.

Harina de almendra: Por cada taza de harina de trigo, pondremos una taza de harina de almendra.

Harina de garbanzo: Por 1 taza de harina de trigo, usaremos 1/4 de harina de garbanzo.

Harina de cebada:
Por 100 g de harina de trigo, usaremos 50 g de harina de cebada.

Harina de coco: Por 1 taza de harina de trigo, serán necesarias 1/4 de harina de coco

Maizena, almidón o harina de maíz: Por 100 g de harina de trigo, 50 g. de maicena o harina de maíz.

Fécula de patata: Por 100 g de harina de trigo, 70 g. de fécula de patata.


Lentejas rojas: Por 1 taza de harina de trigo, usaremos 1/4 de harina de lentejas.

Avena: Por cada taza de harina de trigo, usaremos 1/2 taza de harina de avena y una cucharadita de levadura química o polvo de hornear tipo Royal.


Arroz: La harina de arroz es un sustituto estupendo cuando no queremos utilizar harina que contenga gluten. Para ello cambiaremos 150 g de harina de trigo por 130 g de harina de arroz, y seguiremos esta equivalencia en proporción. Es una harina perfecta para flanes, pasteles y otros postres que no requieran demasiada consistencia. Si la vamos a usar en postres o platos consistentes, es mejor mezclarla con otras harinas.

Centeno: Por cada taza de harina de trigo, usaremos una taza de harina de centeno.

Castañas:
Por cada taza de harina de trigo, pondremos una taza de harina de castañas

Con estas equivalencias, no tendréis problema en sustituir la harina de trigo por cualquier otra harina que os agrade más.

Fuente: Recetas de Rechupete


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