viernes, 8 de marzo de 2024

TARTA DE MANZANA DE GORDON RAMSAY. FÁCIL, RAPIDA DE HACER Y MUY RICA

Hoy quería utilizar una masa de hojaldre de mantequilla que compré para hacer un solomillo Wellington y que luego cociné de otra forma, así que he elaborado una tarta sencillísima que le vi hacer a Gordon Ramsay hace tiempo y que a pesar de su sencillez, está buenísima. Os cuento como la he hecho. Lleva poquísimo tiempo de elaboración y el resultado no puede ser mejor.

Ingredientes

1 masa se hojaldre de mantequilla redonda.
2 o 3 manzanas (según tamaño).
100 gr de mantequilla (utilicé mucho menos).
Azúcar glasé.
El zumo de 1 limón.

Elaboración

Colocamos la masa de hojaldre en la bandeja del horno y con un tenedor vamos pinchando y hacemos agujeros para que luego no suba en el horneado.

A continuación pelamos, descorazonamos y cortamos las manzanas en finas láminas que dejaremos en agua con limón para que no se oxiden. Yo lo he hecho con la mandolina, y quedaron unas rodajas como de medio dedo de grosor. Si las hacemos demasiado finas la tarta quedará menos jugosas.

Secamos y comenzamos a superponer encima de la masa, con cierto orden. Mi masa era rectangular, días pasados la había hecho en una masa redonda  pero no me gustó el resultado porque no entraba bien en la bandeja del horno y no quedaba estéticamente presentable. Esta es mejorable pero quedó mucho mejor que la anterior, porque subsané los errores de la primera elaboración. 

Una vez que hemos terminado de colocar la manzana, pincelamos la superficie con mantequilla en pomada y al horno 30 min a 210º C, en altura media del horno. Dejamos enfriar unos minutos y podemos ponerle mermelada de albaricoque o azúcar glasé, a gusto de cada cual. De todas formas cada horno a pesar de que marque los mismos grados, calienta de forma diferente, así que deberéis vigilar y sacar del horno cuando la manzana empiece a dorarse por los bordes.

Dejamos que atempere un poco si, como en mi caso, en lugar de mermelada ponemos azúcar glasé. Se puede comer tal cual, pero yo requemé el azúcar con un soplete. Está muy rica caliente, yo diría que incluso más que fría. Lo ideal es acompañarla de una bola del helado de vainilla o de cualquier otro que nos guste, pero hoy no tenía en casa y puedo deciros que la hemos disfrutado mucho igualmente. Es una tarta muy ligera, no es nada empalagosa y  muy sabrosa.








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