Ingredientes
9 trocitos de costilla
Patatas
Pimiento verde o rojo
2 Puñados de arroz
150 gr de guisantes congelados
2 ajos
Un ramillete de perejil
1 hoja de laurel
1 cucharadita de pimentón
Aceite de oliva
Elaboración
Lo primero que tenemos que hacer es lavar bien la costilla con agua templada para retirar un poco el adobo. La escurrimos bien, y ponemos una sartén con un poco de aceite -casi nada-, para sofreír allí la costilla, dejándola que se dore y suelte la grasa que pueda tener. Reservamos.
En una cazuela cubrimos el fondo con aceite de oliva y cuando esté caliente, agregamos los pimientos troceados y los salteamos. Cuando estén en su punto, añadimos el pimentón y freímos con cuidado de que no se nos queme. En la vitro, lo mejor que podéis hacer para evitarlo, es retirar la cazuela y dejar que el pimentón se fría fuera del fuego, así evitaréis que se queme.
Agregamos rápidamente las patatas troceadas/escachadas, y freímos un poco todo el conjunto.
Añadimos un poco de agua para que no se queme nada y hacemos un majado con el ajo, el perejil y la sal.
Incorporamos la costilla frita.
Cubrimos todo con agua, y ponemos una hoja de laurel, dejamos hacer hasta que veamos que la costilla está cocida, porque las patatas están hechas en media hora.
Los guisantes los suelo poner congelados pero los cuezo antes de incorporarlos al guiso aprovechando, generalmente, que hay que añadirle agua incluyendo el agua de su cocción.
En ese mismo momento, agregamos el arroz y pasados 15 minutos el plato está hecho.
Deberá quedar un caldito espeso por el almidón de la patata y el del arroz, si no fuera así, lo más probable es que esté falto de sal, probadlo y si está bien, aumentar la intensidad del fuego y dejarlo dar un hervor rápido con cuidado de que no se os queme.
Buen provecho!
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